12 pasos para dejar el pañal


Ese momento en que nuestro bebé de diez meses anda gateando por el parque, y con esa curiosidad innata por explorar su entorno que le caracteriza, nos muestra en su mano a cual trofeo, un chicle chupado que ha encontrado en el suelo. Y esa madre que reacciona corriendo como si estuviese en peligro de muerte y le dice: “¡Eso es caca!”.

Es una respuesta frecuente que se escucha más de lo que debería, ya que, si queremos que nuestro hijo tenga un posterior control de esfínteres bueno y una relación positiva con su “caca”, sin ver el “momento wc” como algo negativo, deberíamos limitarnos a decirle: “¡Aggg! No hay que coger cosas del suelo porque pueden estar sucias”. Básicamente, porque sino, cuando queramos que haga cacas en el orinal, puede interpretar que es algo sucio o “malo” y tengamos dificultades.

Así que pongamos que nuestro hijo ya no es tan bebé, que sabe perfectamente qué es “pis” y “caca”, que no lo confunde con un chicle y que estamos en disposición de “retirada del pañal”.

¿Cómo lo hago y qué cosas debo tener en cuenta?

1- Conseguir un orinal

Es algo que parece obvio pero que es necesario, puesto que, hay que procurarle un lugar en el que pueda sentarse y levantarse con autonomía de forma cómoda.

2- Hacer acopio de cuentos en los que se trabaje la retirada del pañal

No es conveniente hacerlo de modo compulsivo y todos a la vez, sino que debe de ser un tema disponible en la biblioteca familiar y al alcance de su mano, para dar la opción al niño de contarlo. No es recomendable contar ese cuento si al niño no le apetece, porque al igual que a los adultos, lo que es por imposición, tiende a producir rechazo.

3-Dejarle que nos acompañe

Es evidente que los adultos preferimos ir al baño solos. Pero la realidad es que en no pocas ocasiones, nuestros hijos se muestran partidarios de acompañarnos e incluso de colaborar en nuestras tareas íntimas de higiene. El hecho de que puedan ver que nosotros también utilizamos el vater es positivo, pues para ellos, somos un modelo a imitar por lo que el hecho de vernos, favorece que también ellos quieran hacerlo.

4- Coger hábito de ir al baño

Al levantarse y acostarse así como después de cada comida, son momentos favorecedores de que se active el tránsito intestinal, por lo que, son ocasiones que conviene aprovechar para ir con nuestro hijo a contar un cuento en el orinal. Se le debe exponer cinco o diez minutos como mucho y siempre y cuando al niño le apetezca. Si el niño no está por la labor de sentarse en el orinal, no conviene retirarlo sino dejarlo en el cuarto de baño como parte del mobiliario porque sabe, a través de los cuentos, la función que le corresponde.

5-Acompañar con palabras

Cuando el niño haga pis o caca en el orinal, conviene señalarlo y decirle lo que es, ya que, es un buen modo de ayudarle a verbalizar esas palabras cuando sienta necesidad de hacer una deposición.

6- Hacerle partícipe

Si el niño ha conseguido hacer pis o caca, es conveniente animarle a que ayude a limpiar el orinal, a tirar la bomba y a pasarse una toallita por su zona genital. Estas son tareas que más adelante le ayudarán a entender su relación con los esfínteres.

7- Felicitarle sin hacer una fiesta

Cuando logre hacer pis o cacas en el orinal se le debe felicitar y decirle: “¡Qué bien lo has hecho cariño, qué contenta estoy!”, pero no se debe de hacer una “fiesta” porque es algo que entra dentro del proceso madurativo, como lo es andar o hablar, y cada vez que haga no vamos a estar montando una fiesta. Tampoco es recomendable decir: “¡Qué mayor te estás haciendo!” o algo similar, pues va a tener la misma edad independientemente de a qué años logre hacer las deposiciones en el orinal.

8-Jugar con muñecos

Otra opción favorable para que se anime a utilizar el orinal, es el juego simbólico, en el que se da de comer a un muñeco, se le limpia… y por supuesto, se le pone en el orinal. Si nuestro hijo toma la iniciativa de poner muñecos en el orinal simulando que están haciendo pis o cacas, conviene dejarle, pues a través del juego, estará interiorizando y facilitando que el control de esfínteres sea consciente.

9- Iniciar la retirada del pañal cuando el niño esté preparado

No conviene retirar el pañal obedeciendo únicamente al interés del adulto, ya que, si el niño no está preparado, la probabilidad de conseguir que se precipite una relación poco saludable con la caca, la pis, el control de esfínteres y el wc, es alta. Debemos escuchar a nuestros hijos e iniciar la retirada del pañal cuando veamos que está utilizando el orinal para lo que es y, que cuando se le da la opción de no ponerse el pañal, este acepta.

Es más favorable para su autoestima pecar de retirar el pañal tarde que precipitarse y que no lo logre, porque lo interpretará como un fracaso. Hay niños que empiezan a controlar los esfínteres pero que prefieren utilizar el pañal en vez del orinal. No es algo importante y es preferible ponerle el pañal si así lo pide, que realice ahí sus deposiciones, para retirarlo en cuanto haga pis o cacas, a que por no querer utilizar el orinal lo haga encima. Poco a poco, sin prisas y a su ritmo, irá pidiendo el orinal.

10- Época del año

Mientras está en casa, conviene que el niño lleve poca ropa, por no decir ninguna en la parte de abajo. De ese modo, si hay que ir con urgencia al baño, no perderemos tiempo en bajar pantalones y demás para que pueda utilizar el orinal. Así mismo, si hay algún escape ocasional, no sentirá ni malestar ni culpabilidad por haber mojado la ropa. Si esto ocurre, conviene limpiar y seguir con la actividad que se está haciendo sin darle importancia, pues hasta que el control de los esfínteres sea total, es habitual que haya “fugas”. Si estamos en la calle, ayuda prescindir de body y utilizar camiseta, pues no nos ralentizará cuando la salida de pis sea inminente.

Hay quien recomienda empezar en primavera o verano, porque el riesgo de que se acatarren es menor y porque la ropa se seca antes. En realidad cualquier época es buena si nuestro hijo está preparado. De hecho, si consideramos que lo está y es invierno, no es conveniente decirle aquello de: “Ay cariño, es que estamos en invierno y hasta verano no toca”. Es cuestión de sentido común.

11- Retirada del pañal nocturno

No es conveniente iniciarla hasta que comience a despertarse seco o prácticamente seco a las mañanas. Si al despertarse aún hay abundante pis en el pañal, es señal de que aún no es el momento idóneo para iniciar la retirada del pañal a la noche.

12- Mensajes positivos

No debemos olvidarnos de acompañar a nuestro hijo en este proceso con comprensión, cariño, y mensajes positivos que le proporcionen seguridad tales como: “Sé que lo puedes hacer”, “lo estás haciendo muy bien”… Y por supuesto, no reñirle cuando hay algún “escape”, ya que si ocurren es sin querer. En definitiva un poco de Educación Emocional.

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