Mamá… ¿tú crees que soy fuerte?
Claro, eres muy fuerte.
¿Y cómo lo sabes?
Lo sé porque te conozco.
Pero en mi clase hay muchos niños que tienen más fuerza que yo.
Pueden tener más fuerza. Pero no son más fuertes. La fortaleza no se ve, se siente.