Hoy he tenido dudas de si te estoy educando en empatía. He sentido que podía no ser así, y como te quiero y te respeto tanto, te lo tengo que decir. No tendré una conversación contigo, como haría con mi mejor amigo. Haré algo mejor por ti:
Pautas rápidas para enseñarles a comer
A nuestros hijos, especialmente en la primera infancia, les encanta pasar tiempo con sus padres. Aprovechar todos los momentos posibles, incluye las comidas, donde además, podemos transmitirles las normas básicas de “protocolo” como no cantar mientras se come o no masticar con la boca abierta.
Notas para ti que eres madre y para ti que eres padre
Hoy podía haber jugado más con mi hijo. Podía haberle escuchado más, haber sido más paciente con él, y haberle dedicado más sonrisas. Hoy, podía haberle abrazado más, podía haberle dicho todo lo que me importa, y lo grande que es.
¡Milagro!, ¡mi hijo casi no come y crece!
Hoy no sentía ganas de comer… y me mirabas. Me mirabas así, con esa mirada dura, y sin hablar, diciéndome: come todo. Así de duro, así de real. Y yo pensaba: sí, me lo comeré, pero sin ganas, sin disfrutarlo, por hacerte caso, no porque me apetezca.
Papá, ¡quiero ser tu regalo!👶
Papá, cuando me sonríes, se me para el mundo, y me quedo sólo contigo. Es lo más bonito que veo cada mañana, cada tarde, y cada noche, tu sonrisa. Tu sonrisa que me dice que eres feliz junto a mí, que me quieres, y que pase lo que pase vas a estar aquí.
El día que descubrí que eres grande…todo cambió para mí.
Cuando supe que por fin te tenía conmigo, que iba a ser madre sólo pensaba: “quédate conmigo”. Yo no me voy a ir, voy a estar aquí, para ayudarte, para escucharte, para consolarte, para quererte, pero sobre todo, para lo que necesites. Así que no te vayas, aguanta conmigo.
Familia, ¿cuál es la mejor para tu hijo?
Mi familia era normal… hasta que empecé el colegio. En realidad, mi familia sigue siendo normal para mí, es la de todos los días, la que quiero, la que me quiere, y eso me parece lo más normal. Pero llegó el día de llevar fotos familiares a clase, para compartir experiencias, y resultó, que los niños, no entendían formas diferentes de familia. Menos mal, que tengo una profesora que vale un montón, y esta semana, vamos a contar un cuento especial, para que también mis compañeros, entiendan que mi familia es normal.
Educar en igualdad
Conversación real entre una niña y un niño de 7 años:
Sara: ¿Puedo jugar a fútbol con vosotros?
Nace un bebé y cambia tu vida,… ¿y la suya? Descúbrelo👶🏼
¡Hola mamá!
Sé que estás cansada, aunque casi no te das cuenta por la ilusión que tienes de tenerme contigo. Sé que estás emocionada, y que no quieres dejar de mirarme. Sé que estás deseando hacerme fotos y contar al mundo entero todo lo que te quiero. Sé que me quieres, y que vas a hacer todo y más para que sea feliz.
Y si hablamos de emociones… ¿Cuándo y cómo?
Sabemos que las emociones son tan importantes como comer o dormir, pero nadie se pregunta a qué edad hay que comenzar a hablar a nuestros hijos sobre ellas, algo que no sucede con temas cotidianos como son el juego, la alimentación o el sueño. Las emociones forman parte de nuestra vida diaria. Cada instante puede llevar una carga importante de emociones, y a pesar de eso, aún nos planteamos si hay un momento idóneo.