“Mi marido tiene un trabajo que le obliga a pasar meses fuera de casa. De novios se me hacía duro, pero ahora que soy madre, me preocupa porque no se cómo les puede afectar a mis hijos”.
Mis padres se separan
“He empezado los trámites para separarme de mi pareja. Ha sido una decisión difícil, que me ha costado mucho tiempo tomar y a la vez que deseada, temida por cómo lo vivirán mis hijos y por cómo les afectará. ¿Hay una forma buena de hacerlo?”.
¿Muerde? Te está pidiendo ayuda
Estar en el parque y escuchar de vez en cuando un “¡no muerdas!” seguido de un “¡qué daño me has hecho!”, es habitual. Generalmente, al girarnos a mirar a la “zona cero”, solemos ver a una madre con un niño de entre nueve meses y dos años, edad que coincide casualmente con el proceso natural de la primera dentición infantil.
Cambio de pañal…¿te adaptas o se adapta?
El cambio de pañal en un recién nacido, se realiza con relativa facilidad. Hay personas habilidosas, que son capaces de hacerlo de forma aséptica en un espacio reducido, y hay quienes, a pesar de tener a su disposición el kit básico necesario para el cambio, acaban mandando un SOS. En cualquier caso, son situaciones que se solucionan sin dificultad.
Entrenando la tolerancia a la frustración
“Tengo un hijo de 6 años y una hija de 5. Intento jugar con ellos de forma civilizada pero la mayoría de las veces surge un conflicto que nos lleva a finalizar el juego. A veces por uno, otras por otro pero el caso es que la dinámica de juego familiar se nos hace difícil”.
Respira, pregunta, pero no le dañes
Una escena que viene siendo recurrente en los parques, es esa en la que un niño se tropieza, y su madre le dice aquello de: “¡Pero mira que eres torpe!, ¿no te he dicho mil veces que no subas ahí?, eres un desobediente”. También es frecuente escuchar a dos madres hablar de sus hijos como si estos no estuviesen presentes con frases similares a: “El mío duerme fatal, es nerviosísimo”, mientras la otra habla del suyo en términos como: “A mí me desespera por las mañanas… ¡Es más lento!”.
Cómo hacer para que ellos recojan sus juguetes
“Estos días mis hijos están sin cole y tienen todos los juguetes por el suelo. Me paso el día ordenando y no veo el día en el que pueda andar por casa sin tropezarme con algo”.
Déjale ser niño
Noche de Reyes Magos, de Papa Noel o de Olentzero. Los niños han preparado un par de platos con turrón y alguna otra sorpresa, por si vienen con sed, y por supuesto, algo que puedan comer los caballos y los camellos, eso que no falte. Han dejado su zapatilla preparada, una grande que abarca más, y ya duermen felices esperando a que llegue la hora de despertarse. Mientras tanto, nosotros con la organización del día siguiente, y si queda un rato para estar en el sofá mucho mejor.
El peligro de decir “muy bien” a todo
Diciembre y viento sur. Una tarde estupenda para pasarla en el parque. Sin embargo, las palabras “muy bien” aún resuenan como un eco por toda la plaza. Porque a cada rato, a cada paso, hay una madre, un padre, o unos abuelos animando a hijos y nietos… “muy bien Carlos”, “lo estás haciendo muy bien Sara”, “has subido muy bien”, “has saltado muy bien”…
Hablando CLA-RI-TO del destete en un minuto
“Mi hijo va a cumplir un año y he pensado empezar con el destete pero aún me pide mucho el pecho y no sé cómo hacerlo”.