Nunca esperamos que nuestro hijo, va a ser víctima de un abuso sexual, ya que siempre pensamos que nuestro entorno es seguro, que no hay “mentes enfermas” cerca y que por tanto, va a estar protegido. La realidad es que cada día, muchos niños son abusados y obligados a tener relaciones sexuales, una agresión física y emocional cruel, dura y dañina que dejará heridas.
Si hay algo peor que esto, es que los padres no lo sepamos ver para ayudar de forma inmediata a nuestros hijos, por lo que es necesario, que estemos alerta ante cualquier mínimo indicador o cambio que percibamos, y que nunca descartemos la posibilidad sin valorarla antes. El abuso, puede ser cometido por una o varias personas, y la edad de estas, no garantiza que no puedan ser abusadores.
Ante un abuso, pueden ocurrir dos cosas: que nuestro hijo sea capaz de contarlo con palabras, en cuyo caso jamás se debe de dudar de lo que nos dice, sino escuchar, abrazar, entender, consolar y explicar que alguien ha hecho con él algo grave y serio que no se va a volver a repetir.
Seguidamente, se debe de acudir al servicio de pediatría más cercano con urgencia para que comprueben cómo se encuentra el niño, y poder poner en marcha la pertinente denuncia policial, porque el abuso es algo que nunca se debe esconder en la familia, dando así “carta blanca” al agresor. Siempre se debe denunciar, pues de ese modo, estaremos quitando la culpabilidad al niño y recogiéndole para que entienda que alguien ha hecho con él algo que no es correcto, y que no hay lugar a dudas de que la policía debe de intervenir para ponerle remedio.
Es necesario que el niño no vuelva a encontrarse con las personas que han cometido el delito, por lo que se debe de hacer hincapié en solicitar una orden de alejamiento de forma cautelar, que pueda garantizar que el encuentro no se realiza.
El siguiente paso, es acudir a un profesional especializado en víctimas de abuso, que ayudará a que nuestro hijo repare el daño que ha sufrido. Nuestro hijo, requerirá un acompañamiento mayor del que era habitual antes de la agresión, porque es normal que tengan lugar miedos e inseguridades que como padres debemos de entender y respetar.
Los casos más peligrosos de perpetuarse en el tiempo, son aquellos en los que los niños, bien por su edad, por vergüenza, por amenazas o por chantaje, no consiguen comunicar con palabras. Tendemos a pensar, que tenemos confianza con nuestro hijo, y que si ocurriese nos los contaría, pero la realidad es que son más los niños que lo ocultan, que los que lo muestran.
Nuestro instinto debe estar despierto ante cualquier mínimo cambio en el modo de comportarse, que puede exteriorizarse de diversas formas: dolores repentinos antes de ir al lugar donde se encuentra el agresor, dificultad para ir al baño, mutismo o silencio excesivo, querer hacer juegos con “tocamientos”, mirada triste, cambio en el rendimiento escolar, cambio en el apetito, dibujos explícitos, agresivos o de temática repetitiva, apatía, desinterés o interés excesiva por la higiene, carácter irritable o sumiso, así como, cualquier otra evidencia impropia de él.
Hay aspectos físicos que pueden ayudar a detectarlo, pero que no siempre se dan, pues hay muchas formas de abuso sexual, que no necesariamente implican una penetración. Por lo que es necesario fijarse en rojeces, sangrados o marcas en el cuerpo, pero siempre teniendo en cuenta, que en ningún caso hay que obviar los indicadores emocionales.
En el caso de que tengamos sospechas de un abuso sexual, no debemos de dudar en hablar con nuestros hijos de ello, y si tenemos dudas del modo en que debemos hacerlo, es preferible consultar antes a un profesional para que nos ayude, a descartar la idea sin habernos cerciorado de que no está ocurriendo. Nuestros hijos merecen lo mejor, y estar a la altura en la detección del abuso, es necesario para cuidar su bienestar emocional.
Nota: Los datos estadísticos señalan que el 22% de las niñas y el 17% de los niños en España han sufrido o sufrirán abuso o agresión sexual, piensa en 5 niños que conozcas, según estos datos, uno de esos sufrirá abusos sexuales, y de estos el 70% será víctima en el entorno familiar. ¿No te parece que no hacemos suficiente contra esta lacra?
10 comentarios
Que fuerte!!! No me esperaba esa estadística. Los pelos de punta!! Y es en España!!! El post en tu linea genial. Me encanta cómo escribes y lo que cuentas. Y en este caso son muy buenas pautas para actuar rápido ante los abusos.
Gracias
Hola Alazne!!
Desgraciadamente así es. Muchísimas gracias por tus palabras. Un saludo!!
Uffff, esas estadísticas impresionan. Yo creo que e todo lo que dices es muy importante lo de creer al niño, a veces todo nos parece cosa de niños y evidentemente esto no lo es. Y el apoyo es fundamental, hay que reforzarels para que vuelvan a sentirse seguros.
Un besito y definitivamente hay que acabar con esta lacra.
Hola Marigem!!
Esto es algo que no se debe permitir. Hay que estar receptivos a todo lo que nos transmiten nuestros hijos
Gracias por tu comentario, un abrazo!!
Es un tema durísimo por el que ojalá ningún pequeño tuviera que pasar. Lo que más miedo da es el no darse cuenta como padres. Pienso en mi entorno cercano y, sinceramente, confío en todas y cada una de las personas. Miedo me da no darme cuenta si pasa algo U_U.
Un abrazo
Hola!!
Yo creó que todos confiamos en las personas con las que tratamos, y que tendemos a pensar en posibles agresores adultos, que no siempre lo son. En muchos casos, pueden ser menores de edad, pero con una edad superior a la víctima. Es una experiencia dura y traumática que nadie debería de pasar. Un abrazo y gracias por pasarte!!
Madre mía solo de pensar me da algo!! Muy buen e interesante post… es importante tener estos casos presentes porque puede ocurrirle a cualquiera.
Gracias por tocar el tema, estar informada es siempre positivo!
Hola Ainara!!
Ojalá no se diesen situaciones así, pero las hay, así que como bien dices, es mejor tener información, aunque esperando que no sea necesario utilizarla. Un abrazo y gracias por tu comentario!!