Mamá, te dejo esta nota en la almohada porque a veces siento mucha rabia. Tanta, que quizás es ira, o frustración, o un poco de las dos. Y no sé qué hacer con todo eso que estoy sintiendo, porque me quema por dentro, y sale con mucha fuerza pegando, gritando, insultando… Y no me siento bien. No me gusta, porque me riñes, me disgusto y lloro. Y crees que al momento se me pasa, o se me olvida, pero no es verdad. Te digo que no lo volveré a hacer, pero no sé el camino. Y eso me pone triste.
¿Sabes Mamá? No lo hago adrede. Es sin querer. No quiero portarme así, pero no me doy cuenta, de verdad. ¿Tú cómo lo haces? ¿Cómo consigues poner cada emoción en su sitio? Necesito que me digas el truco, confía en mí. Sé que si me lo dices, lo entenderé y podré portarme mejor para que estemos más a gusto en casa.
Me da un poco de vergüenza pedírtelo, porque si no me lo has dicho hasta ahora, será porque es un gran secreto, pero no te preocupes, lo guardaré bien. Te quiere, tu hija.
Hola hija, como estás creciendo, madre mía, las cosas que me escribes. ¿Sabes? Consigues tocarme el corazón y dibujar una sonrisa en él. Y por eso, y porque te quiero, te contaré algo:
Yo tengo un semáforo, el semáforo de las emociones. Tú no lo ves, pero lo llevo conmigo, bien escondido, para que nadie me lo vea. Pero tú eres muy lista, y te has dado cuenta, y por eso, mereces saber el secreto. Cuando algo no me gusta, lo pongo en mi semáforo, y este me dice de qué color es lo que no me gusta.
En el color rojo, están las cosas peligrosas que dan miedo, como que alguien me quiera hacer daño pegándome, bajándome los pantalones para tocarme, o me quiera robar. Con ese color, primero hay que decir “no”, y si no es suficiente, hay que gritar, y después contarlo en casa, para que papá y mamá, te podamos ayudar.
El color amarillo, se llena con ira, rabia y frustración, cuando hay algo que no me gusta pero no es peligroso, como por ejemplo que papá te diga que tienes que recoger tu habitación, que tu hermana te coja tus juguetes sin permiso, que yo te diga que es el momento de ir a la ducha o que un niño de tu clase no te deje sus pinturas.
En este color, primero hay que respirar tres veces cogiendo todo el aire que puedas, y después, hay que contar desde el 10 hasta el 1 antes de responder. ¿Sabes por qué? Porque haciendo esto, vas a sentir menos rabia, menos ira, y menos frustración, y te dará tiempo a pensar cuál es la forma más correcta de decir las cosas con suavidad.
En el color verde, coloco la pena, como cuando se me cae un helado al suelo y no me lo puedo comer, o como cuando íbamos a ir a la playa pero empieza a llover. Cuando algo que no me gusta es de color verde, a mí se me pasa hablando contigo, con tu hermana y con papá, y pidiéndoos mimos. ¿Sabes una cosa? Los abrazos de las personas que quieres, quitan las penas. Por eso yo, os abrazo tanto, porque me gusta veros sonreír y veros felices.
Mañana cuando te despiertes, te encontrarás esta nota en tu almohada, y si miras en el corcho de tu habitación, verás un dibujo de un semáforo, con letras de colores al lado
Ya sé que el dibujo te habría salido mejor a ti, pero me hacía mucha ilusión darte esta sorpresa. Lo he hecho con todo mi cariño, y aunque sé que vas a utilizar bien “el secreto”, yo estaré cerca y te podré ayudar, si veo que te equivocas de color con alguna cosa y que tu respuesta debe ser diferente.
Llegará un momento en que casi se te olvide que tienes un semáforo, porque lo llevarás tan guardado, y te lo habrás aprendido tan bien, que te saldrá casi sin pensar. Eso me pasó a mí, y por eso no te lo había contado antes. Te quiere mucho, siempre,
Mamá
Nota: Habrá personas que no sientan la necesidad de utilizar un semáforo como herramienta para ayudar a gestionar la respuesta emocional de sus hijos. De hecho, no todos los niños lo necesitan, pero se puede saber fácilmente, si tu hijo es uno de los niños a los que les vendría bien, poniéndole ejemplos gráficos, y diciéndole que identifique el color en esas situaciones.
Te invito a que le plantees varias situaciones cotidianas como que una persona se ha caído y se ha hecho daño, que se han terminado sus cereales favoritos y tiene que desayunar otra cosa o que un desconocido le pide que le acompañe para enseñarle un perro. Será una buena forma, de valorar cómo gestiona su respuesta emocional.
Si es un niño que responde adecuadamente ante lo que se le plantea, el semáforo emocional no será algo imprescindible para él, pero si tiene algún error en la adjudicación de colores, el semáforo le ayudará a obtener un mayor bienestar emocional, porque le posibilitará una mejor gestión y una respuesta proporcionada ante sus emociones.
11 comentarios
La lágrima, estoy con el pañuelo. Pero lo del semáforo me ha parecido fascinante. No había oído nunca que se utilizaba un semáforo para ayudar a los niños con las emociones. Pero es muy buena idea
Hola Maria!!
El semáforo emocional, es una herramienta de educacion-emocional.es muy eficaz para ayudar a los niños con la gestión de sus emociones, que bien utilizada, repercutirá de forma positiva en respuestas más adecuadas a medida que vayan aprendiendo a utilizarlo.
Me alegro de que te guste, un abrazo y gracias por tu comentario!!
Meha gustado tu artículo sobre gestion de emociones
Hola Ester!!
Me alegro de que te haya gustado, gracias por tu comentario!!
Fantástico recurso. Pero dime Izaskun desde que edad se puede utilizar!? hay otra alternativa para niños más pequeños!?
Hola Carol!!
Yo lo intentaría adaptar al nivel madurativo del niño. Es decir, un niño que ya identifica los colores, perfectamente puede entender la simbología del semáforo asociándola a sus emociones, ya que, la imaginación, que a esta edad es grande, puede llegar a compensar estrategias necesarias para elaborar y gestionar las emociones.
Quizás, será más difícil de que con dos años puedan comprender la respuesta que se plantea en el artículo inicial, pero realizar un semáforo evolutivo a nivel de respuesta, puede ser perfectamente eficaz y recomendable. Estoy en ello, un abrazo!!
Me ha gustado mcuhos, yo usaba los colores pero no tenñia presente es unso del semáforo…
Gracias
Esther
Hola Esther!!
Me alegro de que te guste, un abrazo y gracias por tu comentario!!