Déjale ser niño. Descubre porqué tu hijo abre así los regalos


Noche de Reyes Magos, de Papa Noel o de Olentzero. Los niños han preparado un par de platos con turrón y alguna otra sorpresa, por si  vienen con sed, y por supuesto, algo que puedan comer los caballos y los camellos, eso que no falte. Han dejado su zapatilla preparada, una grande que abarca más, y ya duermen felices esperando a que llegue la hora de despertarse. Mientras tanto, nosotros con la organización del día siguiente, y si queda un rato para estar en el sofá mucho mejor.

Al día siguiente madrugamos, porque es un día bonito en el que las emociones nos llegan en oleadas viendo la felicidad más absoluta en las caras de nuestros hijos, y sus ojos brillantes por la ilusión. Pero también nosotros tenemos esa cara, con esa sonrisa. Porque llevamos días preparando este momento, soñando y haciendo predicciones de lo que les van a gustar los regalos… En definitiva, es un día en el que disfrutamos todos, y que lo hacemos en familia.

¿Cómo abren los niños los regalos?

Los niños, tienen una forma personal y característica de abrir los regalos.  Algunos rompen el papel en cuestión de segundos, que casi “sufrimos” pensando en si el contenido del paquete seguirá intacto, y otros lo hacen de forma lenta y analizando el peso y las dimensiones del paquete.regalos1-1047302-225x300

También hay niños que abren un paquete detrás de otro sin investigar el contenido y dejan esto último para el final. En cambio, hay quienes abren un regalo y juegan con lo que encuentran dentro antes de abrir el siguiente paquete, y así sucesivamente, o simplemente, quienes disfrutan jugando con la caja o el papel en vez de con el regalo.

¿Por qué abren así los regalos?

Con tanta diversidad, y tantas ganas que solemos tener los adultos por ver el resultado final, nos “perdemos” muchas veces el disfrutar del momento, y sobre todo, tendemos a no respetar el ritmo y las necesidades de nuestros hijos inculcándoles nuestro “punto” de prisa.

Por eso esta Navidad, te invito a reflexionar sobre el motivo por el que nuestros hijos abren los paquetes de ese modo, que no es otro que respetar las necesidades que su cerebro tiene en ese momento. Cada niño procesa los acontecimientos de forma diferente, y lo sano y lo bonito es acompañarle, no precipitarle para que lo disfrute desde el prisma del adulto. Porque esos días, son sobre todo de los niños.

Cómo acompañar la apertura de regalos con educación emocional

Siéntate, observa y disfruta. No le digas qué abrir primero o cómo hacerlo. Ni siquiera le orientes sobre las instrucciones o indicaciones de un regalo, a no ser que te lo pida. No seas quien le da a la bocina de su triciclo nuevo: “mira cómo suena si le das aquí”, o quien le diga: “mira, si le das a este botón, se mueve la puerta”.

En estos momentos en los que también nuestra ilusión se contagia con la suya, es posible que tengamos la tentación de decirle dónde está colocado el celo, de qué forma se abre la caja más rápido o cómo activar el mecanismo para que ese perro interactivo que tanto te ha costado encontrar ladre y se mueva sólo.

No te precipites, no hagas que piense que no puede hacerlo. No le mandes el mensaje de que alguien piensa por él. Déjale que “trabaje” un poco para disfrutar no sólo del contenido, si no también del proceso de abrirlo, de investigarlo y ponerlo en funcionamiento. Déjale que descubra y sienta lo gratificante que es. Es importante para su autoestima y bienestar emocional.

 Déjale explorar, déjale descubrir, y sobre todo, déjale desarrollar su cerebro, estimular su inteligencia y hacer conscientes las emociones que le provocan estos momentos.

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5 comentarios

  1. Hola!!!!
    Me encanta este post porque me recuerda a situaciones vividas con mis hijos. Mi hijo era de los que lo abría todo rápido pero mi hija se recreaba en cada regalo y recuerdo que en casa de mis cuñadas alguno de mis cuñados se impacientaba porque querían que abriera los regalos a su ritmo, y no, cada uno disfruta y se deleita de las cosas a su manera.
    Si es que no hay nada mejor que ser niño.
    Un besín y muy felices fiestas.

    1. Hola Marigem!!
      Efectivamente, hay adultos que se impacientan con el modo de abrir los regalos de los niños. Hay que hacer un esfuerzo y respetar sus tiempos, pues su modo de hacer no es casual, y obedece al modo en que están procesando los acontecimientos y las emociones, que en momentos así, llegan en oleadas. Muchas gracias por tu visita Marigem!! Felices fiestas!!

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