Papá, cuando me sonríes, se me para el mundo, y me quedo sólo contigo. Es lo más bonito que veo cada mañana, cada tarde, y cada noche, tu sonrisa. Tu sonrisa que me dice que eres feliz junto a mí, que me quieres, y que pase lo que pase vas a estar aquí.
Cuando construyo una torre, hago un dibujo o lanzo un balón y me miras con orgullo y satisfacción, pienso que aún lo puedo hacer mejor.
Cada vez que juegas conmigo, que me haces reír, que vienes a por mí, incluso cuando me riñes, sueño con que nunca me faltas y nunca dejes de ser mi padre.
Cuando me abrazas, me siento querido, protegido, y me siento fuerte, capaz de hacer cosas, porque sé, que aunque me caiga, estarás a mi lado para apoyarme, sé que aunque me equivoque, habrás entendido que he aprendido.
Por eso, regálame tu tiempo, regálame tu cariño cada vez que puedas, y ven a jugar conmigo, porque así me haces feliz, así me enseñas el valor de estar junto a ti. No me digas que tienes que hacer cosas, dame la oportunidad de hacerlas junto a ti. No me apartes sin mirar todo lo que puedo aportar y todo lo que me puedes dar. No me dejes crecer separado de ti. Déjame ser tu ilusión y regalarte mi cariño, mi compañía y mi forma de ver la vida. Déjame ser tu regalo cada día. Papá, te quiero.
5 comentarios
Como hombre y papá te puedo decir que me han caído dos lagrimones. Los pelos de punta. Gracias
Hola Jose Luis!!
Feliz día del padre!! Me alegro de que te haya gustado, un abrazo!!
Què bonito!!! Felicidades a todos los papás!!!
Gracias Carol!! Un abrazo!!