Hoy tenemos la ocasión de acercarnos a conocer una casa “nido”, algo diferente y que rompe con los estereotipos convencionales en la educación, pero que merece la pena conocer para valorar todas las opciones que existen para nuestros hijos.
Hola Ione, cuéntanos algo de ti
Tengo 28 años y llevo 13 trabajando con niños; empecé como niñera con 16 años. Soy educadora infantil y psicomotricista y recientemente he terminado la formación de asesora de lactancia. Me encanta todo lo que a la etapa infantil se refiere y por eso siempre estoy leyendo e investigando cosas nuevas. Lo que más me gusta son las pedagogías alternativas y la crianza respetuosa, porque creo que es la manera más sostenible y pacífica para criar a nuestros niños.
¿Cómo surgió la idea de fundar la asociación “Kabi Etxeak“?
Llevaba mucho tiempo con la idea de una casa nido en mi cabeza pero nunca pensé que la llevaría a cabo. La decisión la tomé a raíz de una serie de malas experiencias con el tipo de crianza que llevaban a cabo donde trabajaba. En mi odisea para encontrar información de cómo empezar con el proyecto me topé con muchas puertas cerradas, pero un día me llegó publicidad de una casa nido en intxaurrondo y llamé sin dudarlo para pedir ayuda.
Marian y Shandra, que vinieron juntas a la cita que concertamos para hablar, se ofrecieron a ayudarme en todo momento y así fuimos caminando juntas en esta aventura a la que pronto se nos uniría Idoia. Enseguida vimos la necesidad de darle forma, de unirnos de una manera más oficial y creamos la asociación para apoyarnos y apoyar a futuras personas que quisieran formar una casa nido, para ser un punto de información para madres y padres que tuvieran interés en traer a sus hijos a nuestras casas y para tener más fuerza ante las instituciones a la hora de pedir que se nos regule igual que en otros países de Europa, Navarra y la Comunidad de Madrid. Al no haber regulación en Euskadi, nosotras nos regulamos a través de la asociación y nos acogemos a la ley foral de Navarra.
¿Cómo es la experiencia en una casa nido?
Una casa nido es la casa de la propia educadora adaptada para acoger a un máximo de 4 niños. Somos profesionales de la crianza, siempre atentas y dispuestas para acompañar los procesos madurativos por los que pasan. Intentamos que el ambiente sea lo más tranquilo y cálido posible para que jueguen y aprendan sin prisas ni interferencias.
Trabajar así para mí es una gozada, me levanto siempre con ganas de ver a los peques, con ilusión, y los días se me pasan volando. El vínculo que se crea con el niño y la familia es mucho más intensa que en otros sitios donde he trabajado, es una relación muy bonita y que incita a todos a estar mucho más a gusto. Ya solo por eso merece la pena el esfuerzo.
¿Qué ofrece una casa nido?
Ofrece un hogar fuera de casa, un ambiente tranquilo, un vínculo afectivo estable, un acompañamiento totalmente respetuoso y paseos cada día. Tiene también la ventaja de que no se ponen tantas veces enfermos. Teniendo en cuenta que en esas edades, los niños aprenden a través del vínculo con el adulto, y que la socialización es todavía muy limitada, creo que es el espacio idóneo, después de su propia casa, para crecer sanos y felices.
¿Cómo entiendes el mundo emocional del niño desde una casa nido?
Educar en las emociones es muy importante para nosotras. Lo es en todas las edades, pero el margen de 0 a 3 años es un pilar fundamental. En esa etapa no saben todavía regular y gestionar esas emociones y somos los adultos, quienes debemos dar ejemplo. Nuestro papel es el de ser empáticas, respetuosas y acompañarles en sus procesos. Expresamos cómo nos sentimos nosotras y ponemos palabras a sus emociones para que las vayan identificando. Para nosotras ninguna emoción es mala, solo hay que saberlas reconocer y gestionar para que no se vuelvan en contra uno mismo.
Ione, háblanos del vínculo del niño en una casa nido
El vínculo es el quiz de la cuestión en una casa nido. La base de todo desarrollo es tener figuras de apego seguro; esto les llevará a aprender y crecer con autoestima y de manera mucho más fluida. Por ello intentamos que la adaptación sea lo más escalonada posible y siempre respetando los tiempos de cada niño y su familia.
¿Podrías decirme algo que ningún niño debería dejar de hacer?
Jugar! Aprenden a través del juego; todo lo que ven y sienten lo interiorizan y gestionan a través del juego, es muy importante y por eso no somos muy partidarias de actividades programadas, juegan a lo que necesitan y pueden aprender en cada momento, se autorregulan.
¿Cuál es para tí la mejor emoción de la semana?
La alegría de saber que éste es el camino, que estoy contribuyendo que los niños que vienen a “Txoriak Txori Kabi Etxea” crezcan sanos. No hay mayor premio.
Muchísimas gracias por darnos la oportunidad de conocer una casa “nido” y responder a nuestrar dudas. Un abrazo y hasta la próxima.
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