Extraescolares ¿Decido yo tu tiempo libre?


Hace unos días, una madre me hacia la siguiente consulta:

“Estoy desesperada. Mi hija de seis años es muy movida. Después de salir del colegio, va a extraescolares de ajedrez, ballet y solfeo. Dice que no le gusta pero quiero que le enseñen disciplina y a estar quieta. Pero, a pesar de todo, sigue con mucha actividad y no consigo que se duerma antes de las diez de la noche, y cuando lo hace, se despierta varias veces así que no conseguimos descansar. No sé qué hacer.”

Este caso es un ejemplo claro de una madre que quiere hacer bien las cosas, pues entiende las necesidades de su hija, pero que no le está ofreciendo actividades donde la niña se pueda desfogar y liberar las tensiones que ha acumulado a lo largo del día, para poder ir a la cama en un estado físico y mental óptimo para conciliar el sueño. Como consecuencia, la niña no se encuentra bien, ni tampoco su familia.

Probablemente necesita bastante más actividad física de la que está realizando. Hay que tener en cuenta que si la niña es movida y hasta las cinco de la tarde está en el colegio, al salir necesita actividades de movimiento que le permitan liberar las tensiones acumuladas a lo largo del día. Posiblemente este cambio repercutiría positivamente en la calidad del sueño de la niña, y por tanto, de toda la familia.

Como padres, nos puede hacer mucha ilusión que nuestros hijos hagan una determinada actividad al salir del colegio. Pero hay que tener en cuenta que no es algo que vayan a realizar los padres, sino nuestros hijos, por lo que son ellos los que deberían elegir las extraescolares que les gustaría realizar.

Evidentemente, los padres debemos realizar una preselección teniendo en cuenta la oferta que hay, el horario y la economía familiar. Pero dentro de esto, hay que observar y escuchar los gustos, las necesidades y las preferencias de nuestros hijos para saber qué les puede motivar más. Y ¿por qué es recomendable que puedan elegir?

Sencillamente porque lo que hagan con ganas, lo van a hacer mejor y más a gusto, lo que les va a hacer sentirse más felices y realizados. Seguro que hay alguien que se acuerda de esos entrenamientos de balonmano a los que iba de niño cuando lo que le gustaba era el tenis, y probablemente, no lo recordará con ilusión. Sin embargo, quien pudo hacer lo que realmente le hacía feliz, tendrá una sonrisa dibujada en su cara cuando lo recuerde. Y dibujar sonrisas en el rostro de nuestros hijos no sólo es bonito, sino también necesario.

Así mismo, cuando a un adulto o un niño, se le da la posibilidad de elegir, el compromiso con la actividad suele ser mayor. Esta es además una forma de darles la responsabilidad, de valorar qué creen que es mejor para ellos. Actuando siempre desde el diálogo entre padres e hijos, la comprensión, y el cariño, que hará que el niño se sienta importante y escuchado, lo que repercutirá de forma positiva en su autoconcepto y autoestima.

En ocasiones, nos empeñamos en pensar que nuestro hijo debe hacer una determinada actividad que simplemente no le favorece, e introduciendo pequeños cambios en su vida diaria, se posibilita que el niño esté más feliz. Debemos aceptar a nuestros hijos tal y como son y no obligarles a hacer algo que va en contra de sus gustos y necesidades. También debemos entender que hay edades en las que es preciso un mayor movimiento y acción que a otras, y que si nuestro hijo es movido no podemos pretender que vaya a ser un niño tranquilo y viceversa. Todos somos diferentes y hay que buscar lo positivo de cada uno de ellos sin intentar cambiar a nadie. Aceptar a nuestros hijos como son, es una forma de mostrarles nuestro respeto.

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9 comentarios

  1. Hola. Tengo el dilema… Vivo cerca de Huesca. Mi hijo quiere hacer sky alpino durante el invierno, pero a mi no me gusta porque me da miedo que se pueda romper algo,¿que puedo hacer para convencerle? Es muy activo y como has comentado creo que lo mejor sería orientarle a alguna actividad de movimiento

  2. Hola Maria!!

    Considero que el ski es un deporte que implica movimiento. Por otra parte, también entiendo tu preocupación porque le pueda ocurrir algo, pues muchas veces va implícito en el rol de padre.

    No se qué edad tiene tu hijo ni las estadísticas sobre lesiones del ski respecto a otro deporte pero quizás nos sorprederíamos. Es conveniente valorar qué grado de ilusión tiene por hacer la actividad y sopesar si puedes ceder en este sentido o no. El diálogo y el trasladarle tus miedos ante una posible lesión, pueden tratarse dependiendo de su edad y grado de madurez y comprensión. Pero como digo, lo positivo es que los padres oferten y los hijos elijan. Un saludo y gracias por tu comentario

  3. Hola IzasKun, es un tema muy interesante este que comentas y, bueno, todos los que planteas desde tu blog, que que acabo de conocer.

    Respecto a las extraescolares, es difícil saber qué le interesa realmente al niño, hablo por mi experiencia, pero sí es bueno anotarlo a aquellas donde tenga habilidades y, además, tenga interés. Es posible, en mi caso nos ocurrió así, que algunas de ellas cambien año a año por no encajar bien en sus espectativas, pero es bueno darle opción de probar, asistir y retirarse o continuar según su interés. Tampoco nosotros, los adultos, tenemos siempre gustos fijos, sino que debemos explorar y probar. En mi caso, siempre elegimos una cultural (conservatorio musical, por ahora), una física (atletismo, por ahora) y una de idiomas (inglés), pero dentro de esas opciones hay que ir probando diferentes opciones hasta que el niño encuentre la más entretenida y creativa para él.
    Un abrazo,
    Yolanda

    1. Hola Yolanda!!
      Efectivamente, los gustos cambian y también las ganas de explorar y experimentar. Siempre es bueno probar para saber elegir mejor si gusta o no. En cualquier caso, veo que le estás ofreciendo algo muy equilibrado y sano así que enhorabuena. Un saludo y gracias por tu comentario.

  4. yo cuando era niña sufria tb de hiperactividad tenia demasiada energia y a causa de eso tampoco dormia bien .mis padres no se preocupaban de mis necesidades y como la economia no era muy bollante no tenia opcion de extraescolares ,hasta que no fui mas adulta y me di cuenta de que unabuena actividad fisica calmaria tanta energia no consegui ser un poco mas feliz como bien dices… hoy en dia hago runing y actividades que me hagan aliviar tensiones creoque es muy buen consejo el de escuchar a nuestro hijos y dejar que se desfogenen con cosas que les gusten…. en un futuro os lo agradeceran y vosotros estareis mas contesntos..gracias por tus consejos.un saludo.eva.

    1. Hola Eva!!

      Siento que en tu caso no hubieses podido realizar actividades extraescolares donde sentirte realizada o por lo menos en las que hubieses podido canalizar la actividad que tenías. Aprovecho tu comentario para añadir que en el caso de que la economía no nos permita realizar actividades extraescolares en algún club, siempre podemos realizar actividades con nuestros hijos como ir al monte, a andar en bici… Un saludo y gracias

    1. Hola!!
      Efectivamente comparto tu opinión. No se trata de los gustos y habilidades de los padres sino de nuestros hijos por lo que es importante ayudarles a decidir en base a su criterio aunque siempre con nuestro consejo y orientación ya que miramos por su bienestar. Un saludo y gracias por tu comentario. Te visito!!

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