Mamá, ¿dónde esta tu magia al hablar?


Hola mamá, hoy no ha sido un buen día. No lo ha sido, porque esta mañana, al levantarte, te has dejado la magia en la cama. Sé que tenías mucha prisa, y que me quieres, pero hoy no lo parecía.

 

 Has llegado a mi habitación al ritmo de “¡levántate!”, “¡desayuna!”, “¡lávate los dientes!y “¡vístete!”.  que tienes muchas cosas que hacer, porque no paras de decirlo, pero mamá, cuesta poquito cuando me lo dices bonito. Si hoy me hubieras venido con un beso, una sonrisa, y me hubieras dicho: “Buenos días cariño, eres la mejor. Ya sé que estás muy a gusto en la cama, pero tengo mucha prisa, ¿me ayudas a hacerlo rápido, por favor?”.

 

Si hoy lo hubieras hecho así, esas palabras habrían sido música para mí. Una música, que me habría acompañado todo el día. Me habrían dado ese calor que sólo tú me sabes dar, y que necesito, porque te necesito mamá. Me habría despertado con ilusión. Quizás mañana mamá, y ojalá que también pasado. Y al otro. No te olvides. Te dibujaré una cara para que te acuerdes. ¿Sabes por qué?

 

Porque he estado pensando, y son muchos los días que escucho “¡haz los deberes!”, “¡dúchate!”, “¡recoge la habitación!”, “¡pon la mesa!”… Y entonces yo te respondo igual mamá. Y eso no me gusta. Pero ya sé por qué es. Es porque se nos olvida lo más importante mamá.  

 

Se nos olvida el cariño… y el por favor. Parece que no, pero si importa, todo importa. ¡Verás qué bonito suena mamá, escucha!: “¿me abres la puerta, por favor?”,  ¿me dejas tu servilleta, por favor?, ¿me cuentas un cuento, por favor?. ¿A que es bonito?.

 

Yo te lo diré todos los días mamá. ¡Prueba!

 

Cuando nos dirigimos a nuestros hijos, utilizando “por favor”, nuestras palabras llevan un tono con una gran carga emocional. No se trata sólo de pronunciarlas como muestra de “buenos modales”, sino que transmiten respeto y amor, dos valores morales con los que cuesta poco acompañar. Decirlas con dulzura, ayudarán a crear un ambiente de afecto, calma y tranquilidad, que no es posible conseguir si se excluyen.

Si además respondemos con un “gracias”, estaremos enseñando gratitud, otro valor moral, que conviene transmitir a nuestros hijos, y que se puede hacer de forma sencilla con “gracias por preparar la comida”, “gracias por arreglarme el patinete”. Frases en apariencia con poca importancia, pero con una gran trascendencia a largo plazo, y con una repercusión en su bienestar emocional.

«Hablar siempre conlleva carga emocional porque influye el cómo»

Mostrar estos valores desde edades tempranas, educando en humildad, favorecerá que los niños aprendan, no solo sin hacer un esfuerzo sino interiorizándolos como propios. Es una de las formas de prevención de educar niños “tiranos”, que creen que se deben de complacer sus peticiones, independientemente del modo en que se soliciten, y que muestran una baja tolerancia a la frustración  cuando las cosas no se hacen conforme a sus expectativas y demandas.

¡Hoy es un buen día para empezar!

Te podría interesar.

12 comentarios

  1. Me recuerda a algo que leí una vez. Era sobre la prisa que siempre parecemos llevar los padres, siempre tarde, siempre corriendo..y eso lo pagan los pobres niños. Yo siempre digo que tengo una calidad de vida envidiable viviendo en un pueblo de 400 habitantes. Aquí nunca llegas tarde, nunca hay prisa, siempre hay tiempo para parar a ver una lagartija que está tomando el sol. Claro que tienes días malos, como todo el mundo, pero yo creo que se notan menos. No se, yo comparo esto con nuestra vida anterior en la ciudad, y me quedo con esta al menos mientras tenga niños pequeños.

  2. Hola!!!!! Me ha encantado leerte, me has hecho pensar en lo deprisa que vivimos.
    Yo intento decir las cosas bien, de pequeños y ahora, que no porque sean mayores podemos hablarles como sino tuvieran sentimientos.
    Cierto es que por las mañanas siempre han sido muy lentos, pero mis gritos no habrían ayudado así que intentaba hablarles bien y explicarles que teníamos que apurarnos un poco.
    Un besito y muy feliz día. Has hecho que piense en mis hijos y les acabo de mandar un whastapp, sé que es de mala madre hablar con los hijos cuando están en clase pero no pude evitarlo, jeje.

    1. Hola Marigem!!
      Efectivamente, no hay edad buena para empezar el día con directrices tan firmes y directas. Todas las edades requieren respeto, y el diálogo y el buen trato, es muestra de ello. Muchas gracias por tu visita y tu comentario, un abrazo!!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


*