-Abuelo… ¿Cómo era tu cole?
-Pufff, mi cole… era un cole… de los de antes.
–¡Ya abuelo! Pero… ¿cómo era? ¿Me lo cuentas por fi?
-Mi cole era sólo de niños, no iba ninguna niña.
-¿Es que no había chicas que vivían cerca de ese cole?
-Si había, cariño, pero… no dejaban.
-¿No dejaban? ¿Por qué abuelo?
-Porque en los coles de antes, las niñas y los niños no iban juntos, no se mezclaban.
-Qué raro abuelo. ¿Me cuentas más cosas?
-Pues… en mi cole castigaban, y no todos los niños querían ir. A veces los profesores, reñían pegando con la regla en el culo, o en la punta de los dedos y castigaban poniendo los brazos estirados así, con varios libros encima de las manos.
-Abuelo… no me gusta. ¿A ti te hacían eso?
-Algunas veces.
-Jo abuelo, no quiero saber más cosas de tu cole, no me gusta. Me hace llorar.
-Ven cielo, dame un abrazo. Coge aire, respira y aprieta. ¿Ves qué bien? ¿A qué estás mejor?
-¡Abuelo! ¡Cuántos trucos te sabes! ¡Eres el mejor abuelo de todos!
-¿Te apetece contarme algo de tu cole?
-En mi cole los niños y las niñas vamos juntos. A veces jugamos a lo mismo, y a veces no. Podemos elegir.
-Eso está bien.
-Me lo paso bien, y aprendo cosas. Aunque a veces tenemos muchos deberes… Pero no pegan. Mi profe es súper maja, aunque algunas veces riñe, cuando se enfada. Pero es maja. Hoy me han dicho que soy vaga. Eso no me ha gustado.
-¿Y estás disgustada?
-Sí
-Normal, porque a nadie le gusta que le digan esas cosas. ¿Tu te esfuerzas?
-Sí
-¿Mucho?
-Mucho
-¿Te podrías esforzar un poco más?
-Igual un poco.
-Quieres saber otro truco?
-¡Síííí!
-La vida está llena de muchos, muchos momentos. Hay quien “coge” un momento, y se cree que esa persona es así en todos los momentos.
-Y… ¿cuál es el truco abuelo?
-Saber que cuando alguien dice que eres de una forma y no es así, hay que pensar que se está refiriendo sólo a uno de esos momentos, no a todos. Aunque no esté utilizando las palabras adecuadas.
-¿Y eso para qué abuelo?
-Porque hay gente que no sabe hablar sin herir, no se dan cuenta. Pero aprender a pensar de forma que no te haga daño es fácil. Piensa que quien te estaba diciendo que eres vaga, se refería a ese momento en concreto, y no a todos los demás, porque eso no lo puede saber y porque en realidad no lo eres.
-Yo te veo saltar, correr, nadar, jugar, ayudar a papá y a mamá, hacer los deberes… y aunque haya un momento en que no tengas ganas de hacer algo, pensaré que hay algún motivo, te pondré la mano en tu hombro y hablaré contigo.
-Pero no te olvides, que yo sé muchos trucos. Cuando alguien te diga algo así, piensa que te habla de momentos, no de todos los momentos, y que seguro que lo que te estaba queriendo decir es que sabe que lo puedes hacer mejor, aunque no lo haya sabido decir de otra manera.
-¿Tú crees abuelo?
-¡Claro que sí!
-¡Gracias abuelo, eres el mejor! ¡Voy a probar tus trucos!
A todas las personas, no les afectan del mismo modo los comentarios. Hay quienes se toman al pie de la letra que le digan que es torpe, y quienes no perderán ni un minuto de su tiempo en pensar en ello.
Las personas que condicionan su bienestar emocional al “qué dirán”, tienden a ser más inseguras y dependientes, entendiendo que la aprobación constante es necesaria. Enseñar a tu hijo a distinguir si hay intencionalidad de dañar en las palabras, o si ha sido un comentario desafortunado que puede eliminar sin darle mayor importancia, le ayudará a poner un escudo que diferencie a las personas que entran en su vida para aportar y sumar de las que no, lo que le facilitará poner un filtro justo donde debe para minimizar el riesgo de daño emocional.
Explicarles que las personas que les valoran y les respetan son también quienes te escuchan, quienes te tienen en cuenta, quienes confían en ti, quienes se preocupan por tus penas y disfrutan con tus alegrías. Pero sobre todo, hacerles ver que en la vida no se cae bien a todo el mundo y que es mejor tener una habitación llena de buenos amigos que te llenen de abrazos y sonrisas, que una casa entera llena de personas que no sabes qué te van a “traer”.
Enseñarle a reconvertir críticas destructivas como “saltas fatal” en constructivas, “podrías saltar mejor”, es un gesto que le ayudará a tener un enfoque positivo de la vida y que le hará no tener etiquetas, ni “losas”, ni barreras sobre su persona. Evita frases como “eres nulo en matemáticas”, que le estarán aportando información contundente sobre su pronóstico en este área por mucho que se esfuerce, y sustitúyelas por “puedes mejorar en matemáticas”, que le estará abriendo una vía sobre la que conseguir su objetivo.
9 comentarios
Hola!!!!! Me ha encantado, es cierto que ya que no podemos controlar todos los mensajes que reciben al menos podemos ayudarles a entenderlos y relativiarlos para que no les hagan daño.
Un besito.
Hola Marigem!!
Enseñarles a descodificar los mensajes de forma positiva, es una de las maneras de mejorar su bienestar emocional y el impacto de los mensajes que reciben. Hay quien escucha algo negativo, y le “retumba” varios días. Tratar de evitar esa sensación, es algo que deberíamos enseñar a nuestros hijos en su infancia para que sean más felices. Un abrazo y gracias por tu visita!!
Hola, precisamente esta semana estoy reflexionando sobre la importancia y el peso que tienen las palabras sobre los niños y sus emociones. Me ha gustado mucho tu visión al respecto. Gracias! comparto en redes…
Hola Silvina!!
Cada palabra, cada pequeño detalle… todo cuenta, porque todo suma, y cuando se trata de nuestros hijos, siempre hay que tratar de sumar en positivo. Un abrazo y gracias por compartirlo y por tu comentario!!
Me ha llamado la atención, ver un abuelo, explicando como afrontar cuestiones con realidad tan positiva para la vida de un niñ@. Soy abuelo, y he tratado de saber, si existe este libro, pero no lo he podido localizar.
Gracias por estos consejos tan necesarios hoy en día.
Hola Alejandro!!
Qué bueno y necesario que haya abuelos que se preocupen por la educación emocional de sus nietos y que entiendan que cada detalle importa. Seguro que si tienes interés en este tema, vas por el camino correcto. Tus nietos lo agradecerán. Un abrazo y gracias por tu comentario!!
Me ha parecido muy interesante la historia, sobre todo estos consejos bienen muy bien, en el momento que uno es padre se topara con esta situación en algún momento, y ya que desde pequeños hay que tener una buen comunicación con ellos, cualquier persona podría hacerlos sentir mal, por eso es bueno cuidar sus sentimientos emocionales desde muy pequeños, me gusto este articulo así que lo comparto en mis redes :p
Un Saludo 😉
Hola Luis!!
Como bien dices, es bueno cuidar desde niños, de forma que crezcan con inteligencia emocional para que no haya nada que les desestabilice. Un niño con una base sólida y equilibrada, podrá ser una persona más feliz, plena y vivir la vida disfrutando con sus éxitos y superándose con sus tropiezos. Un abrazo y muchas gracias por tu comentario y por compartirlo!!