Si hay alguien que sabe que la salud emocional es necesaria desde la gestación, es Sara Jort, Psicoterapeuta y Psicóloga Perinatal con amplia experiencia en acompañar y ayudar en la concepción, el embarazo, el parto y el posparto.
Hola Sara, cuéntanos algo de ti
¡Hola! Soy Sara Jort, resido y trabajo en Valencia. Soy madre de una niña de 12 años y un niño de 7. Estudié psicología desde la vocación más absoluta y mis inquietudes laborales y en voluntariado siempre estuvieron vinculadas al género y la mujer, infancia y salud.
Soy Psicoterapeuta Gestalt y estoy especializada en Psicología Perinatal. Desde hace 10 años me dedico a la Psicología Perinatal y de la Mujer. Desde el ámbito clínico realizo intervención individual y grupal. Apuesto por la prevención, por eso además realizo docencia a perfiles profesionales diversos, en el ámbito sanitario y de acompañamiento.
Soy fundadora de la Asociación Española de Psicología Perinatal -AEPP- y profesora en el curso de “Psicologia perinatal: Prevención psicosocial, promoción de la salud y modelos de intervención” de la Universitat Rovira i Virgili.
¿Cómo puede ayudar una psicóloga perinatal?
La Psicología Perinatal es una especialidad de la Psicología que se dedica al ámbito de la concepción, embarazo, parto, posparto y crianza durante los primeros años de vida del bebé. Tiene especial interés en el vínculo que se establece entre la madre y su bebé así como la función del padre en este importante proceso. Es su objetivo promover y proteger la salud de la madre y del recién nacido así como de la familia durante este importante periodo.
Como comentaba antes, me gusta la idea de la prevención, por eso me apasiona la Psicologia Perinatal, porque actualmente sabemos que la salud empieza mucho antes del nacimiento. La gestación, el nacimiento y hasta los dos años de vida, es un periodo fundamental ya que sienta la bases de la salud física y emocional de los seres humanos.
El bebé y la mamá están conectados neuroquímicamente y hormonalmente
Fíjate que el bebé humano es el mamífero que nace menos desarrollado, tiene en marcha el 25% del cerebro adulto, y se corresponde con las habilidades básicas para sobrevivir y ser cuidado. El resto del 75% del cerebro se desarrollará después y depende básicamente de cómo seamos criados, nutridos….. Por tanto, es una etapa esencial en nuestro desarrollo.
Se habla mucho de las recomendaciones en el embarazo pero casi siempre hacen referencia a temas relacionados con la alimentación y los cuidados físicos. ¿Crees que habría que cuidar algún otro aspecto?
Claro. La salud emocional es básica durante la gestación. Las hormonas del embarazo, además de asegurar el crecimiento del bebe, preparan psicológicamente a la mujer embarazada para la maternidad. La adaptación psicológica y emocional que implica el embarazo no se da en un solo día, es gradual y no todas las mujeres la realizan igual.
El bebé y la mamá están conectados neuroquímicamente y hormonalmente, por tanto asegurar un embarazo emocionalmente y físicamente sano influye positivamente en la salud de ambos. Estamos hablando de procesos fisiológicos no de patología, por tanto potencialmente todas las mujeres podemos gestar desde la salud y el bienestar, aunque debido a la patologización de los procesos fisiológicos femeninos esto es difícil en ocasiones.
¿De qué forma deberíamos acompañar a una mujer en su embarazo?
Defiendo firmemente que mi trabajo como psicóloga, sea el ámbito que sea, debe estar basado en el respeto absoluto a que cada ser es único. En el caso de la Psicología Perinatal me parece fundamental ese respeto, por tanto el acompañamiento siempre se debe hacer fuera de juicios y consejos, ya sea la gestación, el parto, la crianza, etc. La maternidad y la paternidad esta llena de culpa, por tanto como profesional debo ofrecer algo fuera de ella.
¿Qué te sugieren “Las emociones maternas de una mujer embarazada”?
Existe una expresión muy frecuente en mi consulta cuando tengo delante a una mujer embarazada “debería ser una época feliz de mi vida y no lo es”. A veces esta expresión viene del enfado o la tristeza, otras es ansiedad o miedo, pero siempre es una vivencia que produce malestar y que el apoyo terapéutico puede reducir o eliminar.
En ocasiones, tenemos una imagen idílica del embarazo, porque teníamos esa expectativa o porque existe una imagen social en este sentido, y, cuando no se corresponde con la realidad nos inquieta profundamente.
Creo necesario decir que no todas las mujeres somos iguales, existe un relato común en cuanto a la vivencia de la maternidad, y al mismo tiempo numerosas diferencias de diversa índole. Existen distintas experiencias hacia la gestación, el nacimiento y la crianza que dependen de muchos factores psicológicos -estado emocional, habilidades y herramientas personales, etc.- físicos -como es la progresión del embarazo y del bebe-, la situación de pareja y familiar, la red de apoyo, factores sociales, culturales, etc. Cada mujer llega al embarazo con “su mochila” puesta.
¿Prestamos suficiente atención a cómo siente un bebé que está en el útero?
Habitualmente me encuentro con que la vida intrauterina del bebé es básicamente desconocida por la mayoría de las personas. Cada vez conocemos más sobre las capacidades del bebé según el momento de la gestación. Hoy en día sabemos que el bebé antes de nacer tiene unas capacidades maravillosas: es un ser comunicativo, sociable, tiene capacidad de aprendizaje, percibe los sonidos, la luz, los ruidos, se siente abrazado por el útero de su madre y le llegan numerosas sensaciones de ella.
El bebé antes de nacer tiene unas capacidades maravillosas
¿Las emociones pueden afectar al transcurso del parto?
Obviamente. El parto es entendido consensuadamente como un acto fisiológico en el que están implicados factores psicológicos y socioculturales. Tanto profesionales del sector como las entidades sanitarias, la Organización Mundial de la Salud, el Ministerio de Sanidad, organizaciones profesionales, etc. contemplan la parte emocional como un factor a tener en cuenta en el parto.
La respuesta emocional de una madre que tiene miedo en el parto, inseguridad o se siente violentada, a nivel hormonal dificulta más la evolución fisiológica del parto que la vivencia emocional de una madre que se siente segura, en intimidad, respetada y acompañada durante el proceso.
Por tanto, es un elemento contemplado en las recomendaciones de atención al parto, y tenido en cuenta por los profesionales y en los centros de maternidad que trabajan según la evidencia científica más actualizada.
¿Cómo deberían ser las primeras horas de vida de un bebé?
Conocemos las primeras horas después del nacimiento como la hora sagrada, es un momento irrepetible.Todas las hormonas liberadas por la madre y el bebé durante las contracciones y el parto no se eliminan inmediatamente, permanecen durante las dos primeras horas en el torrente sanguíneo de ambos, conformando un equilibrio hormonal complejo. Juegan un papel específico en la interacción madre – bebé, de hecho es un momento irrepetible, por eso se ha llamado la “hora sagrada”.
El bebé se siente abrazado por el útero de su madre
Todos los bebés deberían ser puestos en contacto piel con piel con su madre al nacer, independientemente que este sea un parto vaginal o un parto por cesárea. El contacto piel con piel ayuda al bebé a adaptarse a la vida extrauterina, a mantener su temperatura, a regular su rítmo cardiaco, potencia el vínculo mama – bebé y facilita el establecimiento de la lactancia materna.
¿Se habla suficiente del posparto?
Hoy en día creo que las mujeres tenemos información. El problema viene más cuando esa información no es ajustada a la realidad, con esto quiero decir que pienso que se habla mucho del posparto pero no en profundidad. Nos llega una imágen superficial, sobre la parte material y consumista sobre qué comprar al bebé, cómo las famosas vuelven a sus “figuras” en tiempo record y esto unido a que las mamás estamos muy solas en el posparto, ya que no es fácil compartir las experiencias con otras mujeres, familiares, etc. tiene unos efectos muy negativos en la mujer puérpera.
El posparto es un periodo de adaptación, nos estamos conociendo todos, es el paso de pareja a familia, o de familia de tres a familia de cuatro, el rol de maternidad y paternidad… hay mucha novedad y es normal sentir inseguridad.
Las expectativas previas al parto… no siempre coinciden con la realidad. ¿Qué nos puedes decir sobre esto?
Durante el embarazo es importante informarse sobre la atención obstétrica en el nacimiento, saber de nuestra fisiología, sobre los hospitales cercanos que pueden ofrecernos la atención que buscamos y encontrar a profesionales de nuestra confianza. Obviamente todas nos imaginamos el parto y sabemos cómo queremos que sea el nacimiento de nuestro hijo, y esto es natural. A veces no hemos sido realistas con las expectativas, o bien el centro o los profesionales no actún cómo esperábamos.
La vivencia del parto es importante y marca el comienzo del posparto, del vínculo de apego con nuestro bebé, mi experiencia de “ser capaz” como madre y cuando algo sucede afecta emocionalmente a la madre. Lo que sucede con la mamá afecta al bebé, y a la familia. Si hay Trastorno de Estrés Postraumático después del parto, por una vivencia traumática, violencia obstétrica, o se desencadena una depresión posparto, es necesaria la intervención psicoterapéutica. En otros casos la madre no está tan afectada pero, por ejemplo, no puede hablar del parto sin llorar, igualmente necesita apoyo profesional.
¿Podrías dar alguna recomendación a las mujeres que están pasando el posparto?
Animo siempre a las recién mamás a unirse a grupos de posparto de su centro de salud, o talleres de apoyo a la lactancia materna, asociaciones de crianza, etc… Lo mejor es compartir las experiencias de maternidad con otras madres. El puerperio es más fácil cuando existe red de apoyo, además de la familia, la red de madres es muy importante en este periodo. Y siempre siempre que sientan malestar, buscar ayuda profesional especializada.
¿Hay un antes y un después del nacimiento de un bebé?
Muchas veces es una afirmación que oigo en consulta: “Es como si fuera otra persona”, “Hay un antes y un después de convertirme en madre o padre…”. Es verdad que la maternidad y la paternidad es un suceso vital que da lugar a una transición, es un paso a “otra fase vital”. Por eso es un periodo que se caracteriza por cambios a nivel emocional, familiar, de pareja, social, etc. Ciertamente convertirnos en madre o padre es un acontecimiento trascendental que marca la vida de una persona, que produce una transformación y requiere adaptarse a la nueva situación.
Muchísimas gracias Sara por dedicarnos tu tiempo y por trasladarnos a una etapa tan única e irrepetible que pasa por la concepción, el embarazo, el parto, el posparto y la crianza durante los primeros años de vida del bebé. ¡Hasta pronto!
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