Mi hija tiene novio ¿Qué le digo?


-Hola, gracias por atenderme.

-No hay de qué, para eso estamos. Cuéntame, ¿qué te ocurre?

-Verás, quizás la consulta que te voy a hacer, no te parezca importante… pero estoy preocupada.

-Por tu hija, supongo.

-Sí. Lleva varios días diciéndome que si tiene novio, que si le gusta no sé quién… Y con la edad que tiene… No sé si es normal. Aún creo que es muy niña para pensar en eso y quería saber cómo le ves en clase, si has observado algún comportamiento sobre esto que te cuento…

-Hoy en día es normal, en clase andan todos en ese plan así que yo no me preocuparía.

-¿Ah sí? ¿De verdad?

-Sí, sí, totalmente.

-Me dejas mucho más tranquila. Muchas gracias por todo.

-De nada, para cualquier cosa no dudes en consultarme.

Escuchar un mensaje aparentemente tranquilizador que lleve las palabras “Hoy en día es normal” suena a que no debería serlo, a que se acepta porque lo hace la mayoría y parece que en ocasiones eso lo justifica. La realidad es que hay una edad para cada cosa, y que un niño de cinco años venga a casa diciendo que tiene novia, puede parecer que está dentro de lo habitual y quizás hasta nos provoque una pequeña sonrisa, pero no es lo ideal. Por lo que si nos encontramos en esa situación, es preferible responder “¿Ah, estáis jugando a que sois novios?”. Porque entre tener, y jugar a tener, hay una gran diferencia.

sexualizado novio

Nuestros hijos tienen formas de preguntar sin interrogantes que debemos aprender a “leer”. En este caso, cuando viene diciendo que tiene novio, necesita saber si es correcto tener novio con 5 años, por lo que nuestra respuesta debe clarificar que no es correcto estar enamorada a esta edad, pero si jugar a tener novio como quien juega a papás y a mamás o a otro juego simbólico.  No debemos responder reforzando y consintiendo la acción, ni tampoco reprimirla riñéndole. La Educación Emocional debe ser sutil, cuidada, y entendida como un todo que englobe gestos, miradas, lenguaje, tono, afecto, límites, escucha, comprensión, respeto… y amor, mucho amor.

El bienestar emocional de nuestros hijos siempre implica mirar un poco más allá, buscar en lo obvio, lo que no lo es tanto, hallar alternativas a las cosas que se hacen por sistema o por inercia, y cuestionarnos las formas de hacer para mejorar, para educar en el respeto y para asegurarnos que le estamos ofreciendo lo mejor para que pueda crecer en equilibrio emocional.

¿Qué está pasando con los niños de hoy en día?

Escudarse en los medios de comunicación puede ser un argumento que suene convincente, pero que no es completo. Es cierto que hay un cambio en la programación televisiva infantil, y que a media tarde, un niño con acceso libre a la televisión, puede estar escuchando palabras indebidas con mensajes sexualizados o con contenido poco apropiado para su madurez emocional.

Esto sucede de forma compatible con la programación de dibujos animados un fin de semana a las 10 de la noche. Puede sonar alarmista, pero si se oferta de este modo, es porque hay demanda. Es posible que haya niños que estén teniendo acceso a contenidos poco recomendables para su edad, para su madurez y para su momento evolutivo, y que además, trasladen esto a sus compañeros de clase. No podemos controlar lo que ocurre cuando no estamos presentes, pero sí podemos ofrecer una base correcta y buena que le permitirá afrontar situaciones diversas de la mejor forma posible.

“No es una carrera para a ver quién llega antes, se trata de cómo llega”

Como padres, somos los máximos responsables de la educación de nuestros hijos, y hay cosas que no debemos delegar, si queremos cuidar su inteligencia emocional. Los medios de comunicación pueden ser un gran recurso con nuestros hijos, si se utilizan de forma adecuada, lo que implica tener una supervisión por parte del adulto y un control de los contenidos a los que se les expone.

Es conveniente que seamos críticos con los dibujos animados que seleccionamos para nuestros hijos, ya que no por el hecho de serlo, van a estar dirigidos a su edad. Actualmente, hay un gran mercado en el sector de la programación infantil, y es suficiente con tener un oído selectivo para darnos cuenta de que no sólo ha habido un cambio en la grafía de los dibujos, sino también en el lenguaje que se utiliza, en las expresiones y en el lenguaje no verbal, que lleva implícita una gran información que no pasa desapercibida para el niño.

Dejar ver a un niño de 5 años una programación que trata sobre adolescentes, por muy bien que canten, es un error que no debemos de cometer si queremos que nuestro hijo disfrute de su infancia y de la etapa evolutiva en la que encuentra.

″Un niño expuesto a contenido para más mayores, tiene una infancia más corta”

No es raro ver niños hipersexualizados, entendiendo a estos como los que van por delante de lo que sería idóneo para su madurez y su equilibrio emocional. Es preocupante que, durante la primera infancia, haya cosas que nos hagan gracia como preguntarles si tienen novio, y nos echemos las manos a la cabeza porque con 8 años hablan de “pito en punta”, con 10 están pensando en su primer beso, y con 12 fantaseen con su primera relación sexual.

De la misma manera, si con 6 años les dejamos acostarse los sábados a las doce de la noche, no deberíamos escandalizarnos si con 12 años nos piden llegar a casa a esa hora después de estar con sus amigos y a los 14 años, ya pretenden hacer su primera “fiesta nocturna”. No se tiene la misma madurez para hacer las cosas con 14 años que con 17.

La educación de nuestros hijos debe ser congruente, entendiendo esta además con que a grandes rasgos, no es es conveniente quitarles lo que ya se les ha dado. Un niño que con 6 años se acostaba los sábados a las doce de la noche, probablemente con 8 quiera quedarse un poco más y así sucesivamente. Un niño al que se le quita un privilegio que ha adquirido por “silencio administrativo”, es un niño susceptible de generar un conflicto exigiendo lo que “es suyo”.

” No te anticipes, no precipites”

Lo adecuado es ir ampliando horarios y contenidos de forma gradual para que el niño crezca en escalada. Quien crea que no tiene importancia que su hijo esté expuesto a contenidos audiovisuales creados para niños de más mayores, no está siendo consciente de que está acortando la infancia de su hijo, y haciéndole crecer a un ritmo que no le corresponde y que le pasará “factura” cuando haya corrido más de lo que debiera para ser emocionalmente fuerte, y pueda responsabilizarse de sus decisiones, de sus aciertos… y de sus errores sin desestabilizarse por ello.

Si pudiésemos elegir la edad de la primera relación sexual de nuestros hijos, la mayor parte la situaríamos pasados los 16 años por no decir 18. Porque nosotros ya tenemos la experiencia, ya hemos vivido, y sabemos que no se trata de quién llega antes, sino de cómo llegamos, y de cómo nos quedamos. Trata también de si tenemos madurez para decidir con criterio y para asumir nuestras decisiones.

Los niños con 5 años no tienen novio. Tampoco con 6 ni con 7 ni con 8…, pueden jugar a tener novio, pero esa es una pregunta que no debes de hacer si no quieres alterar y dañar el mecanismo evolutivo y precipitar que se pongan a ello. Déjale que disfrute de su infancia, déjale que descubra.

“Acompaña, guía, apoya y ayuda”

 

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8 comentarios

  1. Me ha encantado el artículo. Lo imprimiría y lo iría repartiendo por todos lados. Ya que tristemente, la realidad es que lo de los novios cuando son pequeños no sólo hace gracia sino que encima se impulsa.
    ¿Quien es tu novio en la gela? ¿Quien te gusta? Venga! Seguro que te gusta alguno…
    Bufff !!!

    Me reitero, muy bueno. Enhorabuena

    1. Hola Aiora!!
      Tristemente es así en muchos casos, en que no somos conscientes de lo dañino de comentarios como “quién te gusta” o “quién es tu novio”. Muchísimas gracias por tu comentario y por compartirlo, un abrazo!!

  2. Que bueno el post. Pensé que era la única que le parecía mal internamente cuando a mis peques les preguntan si ya tienen novia en el cole…Con 5 anitos!!
    Y leído esto creo q voy a eliminar disneychannel las series esas norteamericanas son un horror por estas y muchas otras razones.
    Un saludo

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