Hoy nos llegan palabras imprescindibles de la mano de Nuria Vives, Pedagoga, Psicomotricista, docente, especialista en periné, en anatomía de la pelvis y en cómo situarse en el parto para que ayudar a nacer sea una experiencia positiva.
Hola Nuria, cuéntanos algo de ti
Me siento una persona afortunada. Y cada día cuando me despierto doy gracias a a vida por estar donde estoy y con las persones que estoy. Empecé a bailar a los 7 años y de los 16 a los 23 fui profesora de ballet. Hice la licenciatura de pedagogía porqué sentí que lo que les enseñaba no les motivaba lo suficiente. Estudié psicomotricidad para acompañar a los niños en sus dificultades.
En París, conocí a Blandine Calais, exbailarina, y fisioterapeuta, que empezaba a enseñar anatomía para el movimiento, estudié y trabajé con ella más de 30 años. Las dos fuimos madres, juntas escribimos “Parir en Movimiento”. Y mi formación humanista, que continuo después de más de 25 años, se basa en el trabajo de Elsa Gindler y Charlotte Selver: Sensory Awareness, Consciencia Sensorial. La Vida me continua ofreciendo cada día muchos encuentros con personas maravillosas de las que sigo aprendiendo y me ayudan a mejorar como persona.
¿Cómo surgió la idea de escribir el libro “Parir en movimiento“?
Fue algo progresivo. A lo largo de los cursos que dabamos, las matronas que asistían a los seminarios nos transmitían la sorpresa sobre ciertos conocimientos nuevos para ellas. La pelvis, por ejemplo, casi no se estudia en la formación oficial.
Poco a poco sentimos la necesidad de dejar por escrito conceptos que para nosotras eran esenciales para entender el parto fisiológico y que realmente no encontramos en los libros de obstetricia y que les ayudaba a entender mejor ciertos aspectos del parto.
Tenemos la fuerza, la energía y la capacidad de parir nosotras solas
Cuando empezamos hace más de 20 años, parecían reveladores y muchas veces desconocidos, sobre todo en este país. Viendo y compartiendo con las matronas que seguían nuestros cursos, la importancia de esos conocimientos que a nosotras nos parecían más que evidentes esenciales, ellas nos decían que no se lo explicaban en su carrera y nos animaron a ponerlo también por escrito.
¿Qué puede aportar este libro a las mujeres embarazadas?
El libro quiere aportar desde la anatomía una visión dinámica y positiva de la pelvis del parto. Desarrolla diferentes conceptos muy nuevos sobre la movilidad de la pelvis durante el parto. De cómo la pelvis femenina es mucho más grande que la masculina y está muy bien concebida para parir. De como se van adaptando de una forma increíble y maravillosa la cabeza del bebé con los tres huesos que conforman la pelvis femenina. Y el porqué es importante el movimiento para que el parto evolucione de una manera natural y fisiológica.
El libro va dirigido a matronas y profesionales que acompañan a la mujer en su embarazo y parto. Si una mujer embarazada le interesa el tema, siempre aconsejo que se empieze por el último capítulo que es muy práctico y puede animar a la pareja a ser protagonistas de su parto.
¿Cómo deberíamos preparar el parto?
Primero, recordar una y otra vez que el parto es un proceso fisiológico que pertenece a la naturaleza y no a la medicina. Observándola, nos damos cuenta que siempre busca la manera de economizar energías para que la vida continue y no se termine. Las mujeres llevamos teniendo hijos desde hace millones de años y tenemos el cuerpo perfecta y maravillosamente preparado.
Otra cosa son los mensajes que nos llegan continuamente a nuestro alrededor. Mensajes que nos hacen dudar de eso. En nuestra sociedad occidental, las mujeres hemos delegado nuestro cuerpo a la clase médica que nos hace creer que son imprescindibles para que podamos parir.
El movimiento es importante para que el parto evolucione de una manera natural y fisiológica
Las mujeres solo necesitamos sentirnos seguras y bien acompañadas por profesionales respetuosos y un entorno íntimo. Tenemos la fuerza, la energía y la capacidad de parir nosotras solas. La anatomía nos lo dice una y otra vez.
Segundo, para encontrar esa fuerza, primero la mujer debe encontrar tiempo para ella, cuidarse, descansar, escuchar su cuerpo y dialogar con su bebé, encontrar un espacio donde poder compartir las dudas, las expectativas, los miedos con la pareja y si podéis con otras parejas.
¿La actitud de la madre antes y durante el parto puede condicionar la marcha del mismo?
El embarazo es una etapa de la vida de la mujer muy especial. Segregamos hormonas que nos hacen sentir diferentes, más sensibles, más lentas… todo está previsto en la naturaleza para proteger la pequeña vida que crece dentro. Por ello, durante el embarazo y el parto es bueno para nosotras rodearnos de personas que nos den confianza y seguridad, movernos, bailar, disfrutar de nuestros cambios corporales, alimentarnos bien…respetando nuestras necesidades respetamos las de nuestro bebé.
El parto es un proceso fisiológico que pertenece a la naturaleza y no a la medicina
Debemos preguntar sin miedo cualquier duda, o cualquier cosa que no nos guste. No aceptar que nos traten como niñas, exigir que se nos respete igual que nosotras respetamos a los profesionales que nos atienden. Y sobre todo no admitir ni una pizca de violencia obstétrica, ni antes ni durante ni después del parto. Y si nos hemos sentido maltratadas, por favor escribir al buzón del usuario del hospital. Para mejorar necesitamos saber en que nos hemos podido equivocar.
¿Es posible reducir el riesgo de un parto instrumentalizado atendiendo a las indicaciones que reflejas en tu libro?
En estos últimos diez años han cambiando muchas cosas dentro de los hospitales. Desde que se creó en el ministerio de sanidad “Los nuevos protocolos del parto normal” somos más conscientes que en el parto se debe intervenir lo menos posible. Las matronas me dicen una y otra vez que cuando una mujer llega haciéndose cargo de ella, de su cuerpo, el parto fluye. Otra cosa es llegar y querer la epidural enseguida o pedir que “me lo saquen”.
Cada parto es diferente. Es un misterio porque pertenece a la naturaleza y hay una parte de misterio en ella. Es importante llegar al parto con el bolsillo lleno de recursos, y esto pide prepararlos antes. Asistir a los encuentros de acompañamiento al nacimiento con otras mujeres embarazadas y compartir con ellas dudas, miedos y expectativas está demostrado que ayuda a sentirse más segura. Parto y Movimiento nació de esa necesidad.
¿Qué puede hacer una madre para ayudar a mitigar la intensidad del dolor en las contracciones?
Primero afrontar el miedo al dolor. Hablarlo, comprender, aunque parezca extraño, que el sentido del dolor es pararnos, escuchar y seguir el cuerpo para proteger a nuestro bebé en el viaje hacia la salida.
La naturaleza ha previsto el dolor para así segregar todo el cocktail de hormonas que van a ayudar a la mamá y al bebé en este proceso. Y luego el movimiento, la verticalidad, el calor, el contacto de las manos de nuestra pareja, el agua -bien sea a modo de ducha o bañera-, la pelota grande de nacimiento, la suspensión, emitir sonidos, encontrarnos en un lugar agradable y en seguridad…
¿Qué opinas sobre los partos que se realizan en posición horizontal?
Que han sido pensados por los hombres para su comodidad. Ellos no paren, y encima se han hecho los protagonistas del parto. Y si analizamos bien la posición, colocándole los pies colgando en una pernera y acostándola mirando el techo es la mejor manera para quitar la fuerza a una mujer. Lo triste es que las mujeres lo hemos consentido.
Nuria, también realizas cursos de formación dirigidos a profesionales y mujeres embarazadas. ¿Qué nos puedes contar sobre ellos?
En estos momentos doy seminarios en muchos países de América latina. Trabajo en varios hospitales de Portugal y mucho en Italia, donde doy formación tanto en el tema del periné como en el tema del parto. Me sorprende ver que la situación es muy parecida en todos los países. Demasiadas cesáreas. La OMS lo denuncia una y otra vez.
¿Te gustaría compartir alguna recomendación para aquellas personas que vayan a ser madres en breve?
Les diría: en el embarazo, contactad y hablad con vuestro hijo o hija desde el primer momento de la concepción. Contadle lo que os pasa, sea triste o alegre. Cuidad de vuestro cuerpo durante el embarazo, escuchad y respetad lo que os pida el cuerpo más que lo que os digan desde fuera. Compartid vuestros miedos e inquietudes con vuestra pareja, y hablad juntos de como os gustaría que fuera el parto.
Respetando nuestras necesidades respetamos las de nuestro bebé
Informaros del lugar donde vais a parir. Visitadlo si es posible y hablad con las matronas de ese hospital. Hablad con la matrona del centro de salud que os corresponde todo lo que os inquieta. Consensuad con ella el plan de parto, pues ayuda a ser más conscientes de vuestro parto.
Una vez en el hospital, apagad los móviles. Si pedís la analgesia epidural, preguntad primero si en este hospital ponen la epidural para caminar -walking epidural-, o una dosis que os permita moveros. Solicitarla lo más tarde posible para que el cuerpo ya haya segregado las hormonas que necesita tu hijo para nacer. Pedid si se puede bajar la dosis en el momento del nacimiento para poder sentir y acompañar mejor a vuestro bebé hacia la salida.
Es importante llegar al parto con el bolsillo lleno de recursos
También les diría: Si deseáis acostaros, utilizad siempre posiciones de lado para dejar más libre la pelvis y el sacro. Pensad que vuestra pelvis está colaborando con el bebé. Colaborad con el bebé y la pelvis utilizando siempre que podáis las tres posiciones “estrella” de la movilidad pélvica -de pie con las rodillas aflojadas, sentadas en la pelota de nacimiento y sobre las rodillas-. Pedid calor, saquitos calientes, suspensión y contacto cuando sintáis la necesidad.
Recordad que podéis parir de lado, sobre las rodillas sentadas… incluso con la epidural… Otra cosa son los hábitos de cada hospital o la inseguridad de los profesionales que os atienden. En un parto de baja intervención, donde el bebé y la mamá están bien, la mujer debe poder escoger la posición que más le conviene en este momento y no la que le pide el profesional. Yo veo que los cambios van llegando y cada vez más encuentro matronas que ya se atreven a terminar el parto de lado, de rodillas, incorporada, de pie o en un banquito pequeño…
Muchísimas gracias Nuria por dedicarnos parte de tu tiempo, por hablar sinceramente y sin tabúes y por el trabajo tan maravilloso que haces ayudando a las mujeres.
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