¿Porqué mi hijo sube el tobogán al revés? La respuesta


tobogan

Estar cerca de un tobogán y escuchar “por ahí no se sube” va camino de convertirse en “trending topic”. Son tantas las ocasiones en las que hay niños intentando trepar por el tobogán y se les niega su opción, por no decir su derecho que bien merece una reflexión.

La semana pasada estando en un parque, vi a un niño que trataba de subir al tobogán por el lado inverso de la marcha. O por lo menos, al inverso que estamos acostumbrados. Lo hacía insistentemente, tanto como su madre le recriminaba el hecho de hacerlo. Pero…

¿Tenemos que dejarle que lo haga?

Esta es una escena que tiende a repetirse en los parques. Un niño que ha aprendido a subir al tobogán por las escaleras con cierta autonomía y destreza, empieza a plantearse otras posibilidades. Se cuestiona si será capaz de subir por el tobogán, si se resbalará y si será divertido deslizarse en caso de que no consiga llegar hasta arriba.

A esta edad, pensar y hacer son “todo uno”, por lo que se pone “manos a la obra” en ese nuevo reto. Cuando lo intenta, recibe un: “por ahí no puedes subir”. El niño, no siempre lo entiende a la primera y como se ve capaz de hacerlo, lo intenta de nuevo. En esta ocasión, la respuesta es : “hay que subir por las escaleras”.

Es posible que acceda a subir por las escaleras, pero si su desarrollo psicomotriz le está demandando enfrentarse a ese obstáculo, puede ocurrir que vuelva a intentarlo, y que reciba una contestación con una negativa tajante. Como resultado, el niño puede desechar su deseo y entender que no va a poder dar rienda suelta a sus necesidades psicomotoras.

¿Qué tipo de niños queremos?

¿Buscamos niños conformistas y que no se salgan de la norma? ¿O preferimos que se cuestionen lo que ven y que sepan buscar formas alternativas de hacer las cosas? Porque hablamos de eso. Hablamos de dejarles pensar, de enseñarles a pensar. Hablamos de que aprendan a valorar y a decidir y de que puedan elegir si van a untar las patatas en el huevo o no. Hablamos de la estructura, de la rigidez y de la norma.

¿Es maleducado un niño que sube por un tobogán “al revés”?

No, no lo es, siempre y cuando no moleste o interrumpa al que baja. Un niño que busca trepar, subir y bajar, es un niño que necesita medir sus límites, mejorar sus habilidades motoras, su equilibrio. Que busca saber que lo que sube, baja; que lo que se va, vuelve.

Subir por un tobogán, aporta cosas diferentes a subir por unas escaleras. Cada niño está en un momento concreto de su desarrollo y debe de buscar estímulos y experiencias especificas que le aporten. Debemos dejarles decidir cómo usar el tobogán, siempre y cuando respeten la dinámica de juego del resto y no sea peligroso.

Dime a qué juegas y te diré qué necesitas

Si tu hijo demanda subir por un tobogán y se lo niegas por el “¿qué dirán?” o porque prefieres educar en un ambiente estructurado, debes ofrecerle algo que lo sustituya como trepar a un árbol o escalar algún muro. Es uno de los modos de reparar y canalizar la negación ante su búsqueda.

¿Por qué no se les deja subir el tobogán al revés?

Pensamos como adultos, vivimos en un mundo adulto, y a veces, no es fácil darse cuenta de que los niños necesitan espacios en los que puedan dar rienda suelta a su infancia. Correr, saltar, subir, bajar, trepar, escalar, colgarse, deslizarse, resbalarse, perder el control del cuerpo, caerse, levantarse… entran dentro de los imprescindibles. Todo niño debería poder experimentar para encontrar su propio equilibrio físico y emocional.

¿Y en la bajada?

 Permítele que piense, que calcule, que elabore y reelaborar su ruta, sus opciones, sus posibilidades, que aprenda a medir los riesgos y que mejore su equilibrio. No le exijas o le estructures la forma en la que debe hacerlo, porque la vida siempre tiene opciones. Enséñale a verlas.

Sube conmigo

 “Mamá, sube conmigo”… “yo quiero bajar contigo”. “No… no puedo” contesta ella. Incluso hay personas que evitan el tobogán con distractores diciéndoles que no pueden subir.

 Pero ¿por qué? No hay nada malo en acompañar si así lo demanda un niño. Probablemente, está necesitando esa seguridad que tú le puedes dar.

 Nunca te arrepentirás de jugar demasiado.

 

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9 comentarios

  1. Hola corazón. Perdona por toda la charla que te voy a dar… 😛 En este tema discrepo contigo. Yo soy de tobogán por su sitio, por distintos motivos. Lo ponen todo perdido si el suelo es de arena o piedras (no digamos ya barro), y el que viene detrás se lleva el recuerdo en la ropa (y la madre el tener que lavar a conciencia). Los mayores son más brutos y acaban deteriorando el tobogán, ¿es necesario? Y no siempre es evitable que molesten a otros, porque si lo hacen no controlan cuándo se puede y cuando no, y quizá haya niños esperando a tirarse que no puedan porque los que suben por donde no deben no les dejan. Eso dejando a un lado lo de tener más papeletas para caerse que haciéndolo “bien”. Cuando dices “¿Buscamos niños conformistas y que no se salgan de la norma?”, ¿esperamos entonces que se salgan de la norma a la hora de cruzar la carretera, insultar, agredir a un igual o un adulto, no respetar al profesor cuando él pone las normas de clase? ¿Qué normas son las que se pueden saltar, las del tobogán únicamente? Hay muchas formas de dejarles dar rienda suelta a sus necesidades psicomotoras. ¿O hay que dejarle que se suban a la barandilla del balcón para que experimenten? Creo que hay que tener un poco de sentido común en los parques. Muchos padres los usan para dejar a los niños y que no les molesten. Ese es el verdadero problema. Me niego a creer que por hacer que suban por las escaleras del tobogán les frustramos o les creamos un problema psicológico. Aun así, la entrada es de lo más interesante y es todo un debate. Besitos bonita!!

    1. Hola Oscar!!

      Agradezco que compartas tu opinión, y no es necesario que te disculpes por ella. Entiendo tus dudas y tu preocupación por el uso del tobogán en ambos sentidos de la marcha.

      En cualquier caso, creo que hay que diferenciar entre uso y abuso en los parques o entre padres que están presentes para enseñar y acompañar y otros que no lo están. Este hecho puede confundir de la idea central del artículo, donde se explica que es necesario educar en el respeto a los demás y permitir este tipo de juego siempre que no sea peligroso o no se interfiera en la dinámica de juego del resto.

      Habrá momentos en los que no se pueda hacer porque el tobogán está con un volumen elevado de niños, o porque la climatología no acompañe, pero habrá otros en los que se pueda utilizar en ambos sentidos de la marcha.

      No estamos hablando de salirse de la norma ni indicando que el subir por la rampa lleva implícito niños que no respeten los límites. Los niños necesitan deslizarse, resbalarse, caerse, levantarse, saltar… y no siempre es posible si sólo entendemos los parques de forma estructurada.

      Si aún así no te convence, te invito a que busques espacios donde puedan desarrollar todo su potencial psicomotriz al máximo. Un abrazo!!

  2. Lo de los árboles y los muros me pareció muy buena alternativa. De hecho ahí no les pongo más reparo que la advertencia de que tengan cuidado. Pero reconozco que soy un padre raro. Besitos

  3. Curioso!!! mi hijo no sube por el tobogán al revés, es más hace muy poco que ha empezado a atreverse a subir al tobogán y o pasa nada. Y digo esto porque hay otro grupo de personas que parece que cuestionan este tipo de “ausencia de comportamientos”, pero a mí la verdad es que me importa poco; que se suba como quiera y cuando quiera.

  4. que gracia que hables de este tema, es algo que “lucho” cada día en el parque. La verdad es que si, le dices que no lo hago por el que diran. Cuando el parque está más bien vacío le dejo subir por donde quiere…es un juego más! Pero claro cuando hay miles de niños, le pideo que suba por las escaleras más que nada para evitar que se hagan daño entre ellos…
    No se si así la confundo, pero es parte una cuestión de respecto por los demás..igual hay otros padres que no lo piensan como yo y por respecto prefiero que no suba por la bajada… no se si lo hago bien o no, pero este es mi razonamiento!

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