¿Qué es un niño resiliente? 12 claves para que el tuyo lo sea


  • Hay personas qué ante un acontecimiento desagradable son capaces de poner una sonrisa, de levantarse, y de seguir adelante fortaleciéndose con cada vivencia y entendiendo que todas ellas aportan una enseñanza que les hace superarse. Pero también hay personas, que se llenan de tristeza, que se sienten heridas en lo más profundo y que se hunden ante situaciones que no gestionan de forma positiva para su bienestar emocional.

¿Por qué esta diferencia?

No todas las personas, tenemos la misma capacidad, de sobreponernos ante las situaciones adversas que nos plantea la vida. Tampoco la actitud con la que nos enfrentamos a hechos desagradables es la misma. Simplemente hay personas que tienen una mayor capacidad de adaptación, y que son más resilientes, lo que les permitirá ser más felices y emocionalmente equilibradas.

¿Puedo saber si mi hijo será resiliente?

Para ser resiliente, influyen todas las experiencias de la vida, y especialmente, el trato recibido en la infancia. La manera de cuidar, de entender, de respetar a tu hijo, de quererle, y de darle estrategias que le permitan sentirse útil y capaz de afrontar cualquier obstáculo, son enseñanzas, que irán “pintando” y construyendo su personalidad.

12 pautas para entrenar la resiliencia

1.Sentirse querido, es una necesidad básica de las personas
Quiere a tu bebé,  trátalo bien, con cariño, con afecto, con amor, con sonrisas, con abrazos, con mimos, con besos, con palabras dulces, sin dejarle llorar,  y se sentirá querido. Es el primer paso para que sea un niño, y un adulto resiliente.

2.Apego seguro
Pon especial atención al primer año de vida del bebé, atendiendo sus necesidades y demandas día y noche, y le estarás dando la oportunidad, de desarrollar un apego seguro, que será la base para el resto de sus relaciones, permitiéndole un desarrollo sano y emocionalmente equilibrado y una buena base para desarrollar la resiliencia.

3.Ofrecer buenos tratos a los niños, es la mejor vacuna para las enfermedades mentales
Un niño que vive sin gritos, sin castigos, siendo respetado, en un ambiente tranquilo donde existen límites y normas, pero se inculcan con la palabra, la sonrisa, y el amor, crecerá siendo un niño que se siente valorado y entendido, y que tiene recursos para ser una persona resiliente.

4.Tomar decisiones
Un niño al que se le permite tomar decisiones, acertar y equivocarse  sin ser criticado por ello, al que se le pregunta su opinión, y que se siente valorado, es un niño que crecerá entendiendo, que en la vida, no todo suma, pero que en las “restas”, también se aprende y se entrena la resiliencia.

5.Exponerle a las adversidades
Un niño al que pretendemos proteger, evitando que escuche dificultades familiares como un problema laboral, la muerte de un ser querido o un problema económico, y que crece ajeno a ellas, tendrá dudas en el modo de resolverlas, cuando se exponga a ello. Si quieres que tu hijo, sea resiliente, hazle partícipe de las adversidades, a medida que su madurez lo vaya permitiendo.

6.Enséñale a ver la parte positiva
Aprovechar cada adversidad, por mínima que parezca, para hacer una “lectura” conjunta de las posibilidades, es una forma de enseñarle, que ante las dificultades, siempre hay que sujetarse con la parte positiva y fortalecerse con la negativa. Es quizás, junto a las bases anteriores, la mejor forma de que aprenda, que es muy capaz de tener una visión constructiva de la situación, que le permitirá ser resolutivo y resiliente no sintiéndose víctima sino emprendedor.

7.Ayúdale con sus errores
Muéstrale que sus errores no son lastres que deba arrastrar toda la vida, sino que son lluvia fina, que riega para sanear, y generar ideas positivas, y que cuando deja de llover, sale el sol iluminando un niño resiliente y fortalecido, que ha aprendido de la experiencia. La vida es un continuo aprendizaje.

8.Quejarse no es una opción
No le permitas perder fuerza en quejarse por algo que ha ocurrido. Las quejas, no tienen el poder de retroceder el tiempo ni de reparar el daño. Enséñale a canalizar la energía olvidando lamentos y buscando apoyos y soluciones alternativas que fomenten un niño resiliente.

9.Plan de ruta
Enséñale a crear un mapa que le ayude a recoger, ordenar y plantear sus ideas para salir airoso de la situación. Una buena forma de empezar es: ¿Qué ha ocurrido? Y tras una reflexión sobre ello, ¿qué vas a hacer?.

10.Adaptación rápida y optimista
La vida está llena de cambios y decisiones, desde ese momento en que en clase nos cambian a un sitio donde no nos apetece estar, hasta esa reubicación en el trabajo con funciones diferentes a las que teníamos hasta entonces. Hacerle ver, que quien antes se adapta, menos sufre, y que siempre hay que mirar la parte positiva de la situación con optimismo, es otra forma de educar niños resilientes.

11.Diferenciar a las personas
Ayúdale a rodearse de personas que le quieran, le apoyen y le valoren. Muéstrale, que en la vida, también hay personas tóxicas, y que elegir un entorno sano, y una red social adecuada, con gente que le aporte, es importante para su bienestar emocional, y para favorecer la resiliencia.

12.Cuidar sus emociones
Enséñale a identificar y gestionar sus emociones, para que sea él quien tome las decisiones y no su estado emocional. Esto le permitirá decidir de forma racional, posibilitando buscar soluciones resilientes.

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14 comentarios

  1. ¡Maravilloso, Izaskun! Pero qué artículo tan genial has escrito. Y es que es así… aunque la palabra resiliente no estaba en mi vocabulario, sí el contenido de lo que significa, y eso es lo que intento e intentaré inculcar en mis hijos. Y eso es lo que han inculcado mis padres en mí, ahora sé que yo también soy resiliente. Y me siento más convencida que nunca de que así es como quiero educar a mis hijos. Principalmente con amor, mucho amor, confianza y respeto, que es la base de todo. Comparto el post y me lo guardo para mí. Gracias. ¡Besos!

  2. no estoy totalmente de acuerdo en todo lo que se dice aqui.Si,en que los niños no tienen que vivir siempre en un mundo de cristal y en que,la mejor forma de aprender es equivocandose y soltando cuerda,no envolviendolos en papel de regalo.Pero,a veces,nos encontramos con niños que no han sido tratados con ese cariño de bebés ni con esos abrazos ni con esos mimos,y eso,no implica que no se le pueda educar y enseñar a ser fuerte,tomar decisiones,ser positivo,aunque,sy caracter tenga algun rasgo mayor de agresividad hacia el mundo que le rodea que el de otros.

    1. Hola Nieves!!
      La resiliencia no sólo puede desarrollarse en la familia biológica y desde una edad temprana, aunque es lo ideal. Hay muchos casos de niños de acogida o de adopción, que son resilientes y que la han desarrollado de formas alternativas. Como también es muy importante la primera relación sentimental para un niño que aún no ha desarrollado la resiliencia, generándose una nueva oportunidad de generarla, aunque haya huellas que no se olviden y marquen por detrás.

      Un abrazo y muchísimas gracias por tu aportación!!

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