A ti, que pasas cada noche junto a mi ventana con tu bebé llorando. Llorando dolor, llorando pena, llorando amargura y sin consuelo, como sólo un recién nacido sabe hacer. Ese lloro pidiendo auxilio, pidiendo socorro y rogando “cogeme” con su corazón, con su voz.
“Los cuentos ayudan a los niños a no sentirse diferente”
Hoy compartimos emociones con Teresa Arias, terapeuta y escritora de “Emonautas”.