Hijo, no lances el balón tan fuerte.
A ver, que te he dicho que no lances el balón tan fuerte.
¡Bueno! Si vuelves a lanzar el balón así de fuerte te lo quito.
Ñam ñam, brum brum, lolo, …¿Qué le estás enseñando?
Hoy mi madre, se queda cuidando de mi hijo de un año, y suele utilizar frases o palabras de este estilo: “Deja el tete que vamos a ñam ñam chichi. Luego iremos a popo, a lolo y a la tarde iremos en el brum brum a ver si vemos algún guau guau”. ¿Es esto correcto?
¿Es conveniente utilizar chupete?
Me decía una madre: “los chupetes deberían llevar manual de instrucciones porque si no, cada uno lo ponemos cuando nos viene en gana. Tengo un vecino, que con cuatro años aún utiliza el chupete a todas horas y una compañera de trabajo que no se lo quiere poner a su hija. Total, que una no sabe qué hacer”.
Yo sí puedo, ¡tú no me dejas!
Vamos a imaginar un niño o una niña que ha empezado a andar hace escasos dos meses y llega al parque queriendo hacer un despliegue de habilidades para demostrar las cosas que sabe hacer. Porque es sábado, y es el día en que sus abuelos vienen a verle. Así que el niño está contento porque es el “rey de la fiesta” y todas las atenciones giran en torno a él. Tanto que se siente capaz de experimentar y se dirige hacia las escaleras con la idea de subir al tobogán.